El Alzheimer es una enfermedad mental también conocida como demencia senil que se caracteriza por la degeneración de las neuronas y una disminución de la masa cerebral; esta se manifiesta por la pérdida de la memoria, la desorientación de tiempo y lugar, el deterioro intelectual y capacidad motora cuando la enfermedad está en su estado más avanzado.
Algunos de los pacientes con Alzheimer han tenido un familiar con esta enfermedad, por lo que se puede asociar la enfermedad a un factor genético. También ha surgido recientemente evidencia que indica algunos factores de riesgos relacionados a enfermedades cardiovasculares como diabetes tipo 2, obesidad, colesterol y presión alta, los cuales pueden desarrollar la demencia senil, Incluso el tabaco es un factor de riesgo.
El síntoma inicial como se ha dicho se detecta al observar la pérdida de memoria pero esta suele confundirse con actitudes relacionadas a la vejez o al estrés.
El progreso de la enfermedad interfiere en el desenvolvimiento de la vida diaria del individuo, ya que en su avance además de provocar la pérdida de memoria en cuando espacio y tiempo, también pierde las habilidades intelectuales, el habla y la escritura; aparecen la confusión mental, irritabilidad, agresión y gradualmente según va avanzando, se va perdiendo las funciones biológicas y motoras, llevando finalmente a la muerte.
Esta enfermedad se puede clasificar en tres niveles; el primero es el leve, donde es difícil de diagnosticar aun, el paciente olvida cosas comunes, por lo que pasa desapercibido, muestra rasgos depresivos, falta de iniciativa, apatía y aislamiento. El segundo nivel es moderado, ya en esta etapa si se evidencia la enfermedad, el paciente además de la pérdida de memoria temporal y la notable apatía y estado depresivo, presenta dificultad para comprender y razonar, el avance de la enfermedad es más rápido. Y el tercer nivel, el grave, la enfermedad afecta la capacidad cognitiva, la desorientación es constante, no reconoce a sus familiares y amigos, no comprenden cuando les hablan, no puede hablar correctamente; mientras más avanza la enfermedad pierde la capacidad de caminar, sentarse y finalmente llegar a estar en estado vegetativo.
La enfermedad por lo general puede llegar a tener un promedio de vida de 10 años luego del diagnóstico, pero este cálculo puede variar en proporción con la severidad de la enfermedad en ese momento.
Los tratamientos actuales pueden beneficiar sintomáticamente al paciente pero no existe tratamientos que curen, retrasen o detengan el progreso de la enfermedad. Las personas que padecen Alzheimer deben recibir todo el afecto de su familia y es deber de estos mantenerlos activos en la vida diaria, llevarlos a caminar, escuchar música, leerle, hacer cualquier actividad que les active los sentidos.
Sin embargo existen métodos de prevención para evitar que el Alzheimer aparezca a temprana edad o eviten su aparición; las personas con alta actividad intelectual y académica tienen menor probabilidad de padecerla, es recomendable los estudios continuos, la realización de crucigramas, sudokus, leer noticias, caminas al menos una hora diaria y tener un alimentación sana.
La demencia senil o Alzheimer es una de las enfermedades que va en rápido aumento en el mundo, según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el mundo existen 45 millones de personas aproximadamente que padecen Alzheimer y se estima que en el 2030 esta cifra podría llegar a los 75 mil millones de personas.
Esta enfermedad afecta indudablemente a familiares y amigos, ya que deben lidiar con los padecimientos diariamente. El papel que cumple el cuidador de un paciente con Alzheimer es fundamental, debe tener los conocimientos y paciencia necesaria ya que las demandas físicas y presiones pueden llegar a ser una carga personal, así en un principio no se quiera aceptar.
