Dieta funcional, y además rica en antioxidantes, como la vitamina C, E, betacaroteno y selenio. Unidos con otros fitoquímicos, que se hallan en los vegetales, tiene el poder de retardar o prevenir el daño a las células del cuerpo. Procedente por los radicales libres, que pueden llevar a las personas a sufrir enfermedades del corazón o cáncer.
Los antioxidantes logran estimular el sistema inmunológico, para combatir las infecciones y proteger la piel del envejecimiento prematuro. Los podemos encontrar en las frutas frescas de colores intensos, vegetales y otros alimentos como frutos secos, cereales, y té verde.
Esta dieta funcional, que refuerza el sistema inmunológico, tiene varias características:
La vitamina C tiene capacidad para prevenir y reducir la inclemencia de los resfriados. La mayoría de las frutas y verduras suministran un poco de vitamina C, pero principalmente los cítricos, kiwi, tomates, fresas y pimientos.
La vitamina A es necesaria para un sistema inmunológico saludable, son fuentes de estos carotenoides, las frutas de color amarillo, naranja o rojo y vegetales, como la calabaza, patatas, tomates, zanahorias, melón y sandía.
La dieta funcional y rica en antioxidantes también protege de enfermedades cardíacas.
Se recomienda efectuar una dieta a base de frutas y vegetales. Ya que ayudan a combatir los padecimientos cardiovasculares. También los antioxidantes en el vino tinto y las uvas pueden ayudar a reducir el peligro de muerte por enfermedades del corazón.
Los ácidos grasos Omega 3, reducen el riesgo de sufrir arritmia cardiaca. Disminuyen los niveles de triglicéridos y el crecimiento de placa en las arterias. Además de minimizar levemente la presión arterial. Las mejores fuentes de omega-3 son los pescados azules, como el salmón, sardinas, trucha, caballa, arenques y atún blanco.
Luchan contra el envejecimiento. Los antioxidantes resguardan contra algunos de los efectos degenerativos, que producen las enfermedades relacionadas con la edad. Y que pueden llevar a la muerte temprana. Los arándanos, fresas y espinacas entre otros, pueden ayudar a combatir el desgaste de la función cerebral asociada con el envejecimiento, y colaboran en un buen mantenimiento de la piel.
