Onicofagia. ¿De qué se trata?

Onicofagia
Onicofagia

La Onicofagia es un hábito compulsivo que se manifiesta en la persona que se come las uñas. Con el tiempo esto puede inducir a múltiples lesiones físicas tales como inconvenientes en los dientes, deformación de la cutícula, formación de verrugas, infecciones, hongos o bacterias e incluso la prominencia de los bordes laterales del dedo.

La Onicofagia está presente en las personas que sufren de ansiedad y generalmente está relacionada con el nerviosismo y el estrés. Cuando este hábito se vuelve crónico (permanentemente), se pueden evaluar las alternativas al hambre, el aburrimiento o la ociosidad. Pero también se debe discurrir en la posibilidad de que pueda tratarse de un síntoma de trastorno mental o emocional.

En casos más severos, estos efectos pueden incluso causar la pérdida total de la uña. Es un comportamiento frecuente entre los niños y adolescentes que tiende a desaparecer en la edad adulta.

En la mayoría de las personas que no pueden dejar de comerse las uñas, existe una alteración del sistema nervioso o un desequilibrio emocional. Que puede ir desde casos leves y específicos hasta casos crónicos y patológicos de gran preocupación.

El comerse las uñas significa para algunas personas una válvula de escape para su nerviosismo (ansiedad, estrés, impaciencia, miedo, etc.).

La onicofagia causa desgaste en los dientes y daños en el esmalte.

 Debido al inquebrantable crujido de un incisivo contra el otro cuando se muerde las uñas. Morderse las uñas puede afectar la capacidad de sostener objetos con las manos y el sentido táctil del dolor que se siente por la pérdida de la uña.

Algunos “consejos” que serán útiles

Evite tanto como sea posible el café, el té, las bebidas cola o las bebidas alcohólicas. Ya que tienden a generar más ansiedad y nerviosismo.

Evitar el automatismo de comer tus uñas. Lo más importante es tomar conciencia o ver ante que situaciones concretas la persona no puede evitar comerse las uñas.

Una vez que la causa este determinada (nervios, estrés, aburrimiento) hay que hacer que la persona cambie esa asociación mental (nervios = comerse las uñas) e intentar, introducir otra asociación (mordisquear una fruta, una rama de alguna planta medicinal, respirar profundamente) mientras se va disociando el comerse las uñas.

Si se agotan las posibilidades, y la persona continua en esta situación, acudir a un especialista para descartar alteraciones del sistema nervioso.