Son muchas las sustancias que al estar en contacto con ellas nos pueden ocasionar alergias, las llamamos alergenos de contacto.
Unos de los alergenos conocidos son la lana y las plumas. Otros igual conocidos pero son productos típicos de la tecnología de hoy. Con relación a estos productos el problema es que nuestro organismo no ha sido capaz de acostumbrase a ellos. Por ejemplo muchas personas son alérgicas al caucho.
Los síntomas no aparecen solo cuando la persona se enfunda un traje de submarinista o se pone unos guantes de plástico. Son muchas las circunstancias en la que nuestra piel entra en contacto con el caucho aunque no sea muy evidente. Tan sencillo como las tiras elásticas de la ropa interior.
Estas pueden producir erupción en la piel. Incluso con el uso de preservativo o diafragma las mujeres pueden presentar problemas alérgicos en las mucosas genitales.
La alergia al níquel es otra alergia de contacto que puede ser difícil de evitar. El níquel se encuentra en muchas monedas y pueden ocasionar problemas a las personas que las manipulan. No solo las monedas contienen níquel también los remaches de pantalones tejanos o las cremalleras de numerosos vestidos. Al tener contacto con ellos puede ocasionarnos muchos problemas.
Los detergentes antiguos solo contenían jabón ahora la mayoría tienen sustancias milagrosas que limpian y blanquean la ropa. A estos detergentes se les conoce como detergentes de acción biológica. Están hechos de enzimas que literalmente se comen los residuos alimentarios presentes en la ropa sucia. Esto permite que los detergentes sean más efectivos pero pueden causar alergias.
Alergenos medioambientales
También causan alergias los aditivos a los alimentos, los pesticidas, los disolventes, los aerosoles y la lista es infinita.
La solución es evitar estas sustancias pero está tan generalizado hasta lo más remoto del planeta que es prácticamente imposible.
Los pesimistas dicen que el planeta se está convirtiendo en un gran alérgeno y muchos serán victimas de estas alergias.
