La relación entre la alimentación y el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

alimentación y síndrome de ovarios poliquísticos

El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) es un trastorno endocrino bastante común que afecta alrededor de un 5% u 8% de mujeres en edad reproductiva.

A menudo se asocia con problemas de fertilidad, acné severo o ciclos menstruales irregulares. Sin embargo, aunque no sucede con todas, una considerable mayoría de mujeres con esta condición padecen también altos índices de sobrepeso u obesidad. Algo que por mucho tiempo creó la falsa creencia de que el síndrome es la consecuencia de un peso corporal irregular y no viceversa.

Aunque se cree que esta condición puede estar relacionada con factores genéticos, hormonales y ambientales, en los últimos años se ha demostrado que la alimentación desempeña un papel importante en el manejo del SOP.

En este sentido, en este artículo analizaremos la relación entre la alimentación y el síndrome de ovarios poliquísticos. Pero antes, te contaremos qué es, los síntomas asociados y cómo algunos cambios en la dieta puede ayudar a mejorarlos. Finalmente, te hablaremos de la importancia del diagnóstico oportuno para una mejor calidad de vida de quienes lo padecen.

¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

Los términos Mujer y Salud no suelen estar en la misma oración de alguien que vive con una condición de SOP. Como mencionamos este se trata de un trastorno endocrino, y su principal característica es el desequilibrio hormonal con una marcada tendencia a la formación de quistes ováricos. Y ojo, aunque el nombre sugiere que el síndrome es causado por la presencia de estos quistes, en realidad son solo un síntoma más de la afección.

Básicamente, el síndrome de ovarios poliquísticos hace los ovarios no funciones bien y que el cuerpo de la mujer produzca demasiada testosterona. Sabemos que esta hormona habitualmente se le conoce como la “hormona masculina”, pero la verdad es que ambos sexos la tienen en el cuerpo, y en caso de pacientes con SOP con niveles más elevados de lo normal.

Para entender un poco más cómo afecta el SOP al género femenino, tendríamos que comenzar por su ciclo menstrual. Aproximadamente cada 28 días se espera que los varios creen un folículo, el cuál va a liberar un óvulo. A esto se le conoce como ovulación. En las mujeres con SOP esto no sucede, en su lugar, se desarrollan múltiples folículos pequeños que a menudo producen ciclos de ovulación desequilibrados.

La consecuencia directa del SOP son períodos menstruales irregulares, abundantes y en algunos casos bastante dolorosos. No obstante, se podría decir que estos representan sólo del inicio de una larga cadena de sintomatologías asociadas que incrementan a lo largo de la vida.

Ahora bien, a este punto es normal preguntarse qué tiene que ver la alimentación con el síndrome de ovarios poliquísticos. De ello hablaremos más adelante, pero la relación parte de que este trastorno está asociado con la resistencia a la insulina y los niveles de azúcar en la sangre. Antes de profundizar en este tema, mejor conocer qué clase se síntomas se asocian a este síndrome a fin de reconocerlo de manera temprana.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de ovarios poliquísticos?

El SOP puede presentarse de manera diferente en cada mujer, pero generalmente se caracteriza por una combinación de síntomas hormonales, metabólicos y reproductivos que inician desde el desarrollo. A continuación, te contamos algunos de los más comunes:

  • Ciclos menstruales irregulares o ausentes: en lugar de períodos mensuales, la mujer con SOP puede experimentar ciclos menstruales con mayor frecuencia o ausentes durante varios meses. Además estos suelen ser sumamente abundantes y con fuertes cólicos durante el período.
  • Crecimiento excesivo de vello corporal o facial: conocido también como hirsutismo, especialmente en las zonas del bozo, el mentón, las patillas, pecho o región del vientre. Esto debido a los altos niveles de testosterona en el organismo.
  • Problemas de piel: es común el mujeres con SOP desarrollar un piel grasa con tendencia a brotes de acné.
  • Cambios de humor: las fluctuaciones hormonales en el SOP pueden provocar cambios de humor, así como desarrollo de trastornos depresivos y ansiedad.

¿Cómo afecta el SOP la calidad de vida de una mujer?

Además de lidiar con la serie de sintomatologías asociadas, el SOP puede llegar a disminuir la calidad de vida de una mujer en distintas formas. Esta condición podría representar sólo el inicio de una larga cadena de inconvenientes o enfermedades futuras, especialmente si no es diagnosticada y tratada a tiempo. Algunas de las que podemos mencionar son las siguientes:

  • Problemas de fertilidad: muchas mujeres con este síndrome tienen dificultad para lograr un embarazo sin asistencia médica. Esto debido a la irregularidad menstrual y la falta de un ciclo de ovulación adecuado.
  • Resistencia a la insulina: la probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina es mucho mayor en mujeres con SOP. Esto significa que sus células no responden adecuadamente a la insulina y no absorben la glucosa de manera efectiva. ¿El posible resultado? Un aumento de los niveles de azúcar en la sangre y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
  • Problemas de tiroides: los factores de riesgo para el desarrollo de trastornos de la tiroides como hipotiroidismo o hipertiroidismo aumentan considerablemente.
  • Presión arterial alta: lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón.
  • Colesterol alto: más probabilidades de tener niveles altos de colesterol en la sangre, incrementando el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
  • Otros: el agotamiento excesivo, cansancio mental y físico, problemas para conciliar un sueño efectivo o trastornos de la conducta alimentaria, son otras posibles consecuencias de padecer SOP.

¿Cómo se diagnostica el síndrome de ovarios poliquísticos?

En el diagnóstico del síndrome de ovarios poliquísticos tiende a ser establecido por un especialista en ginecología, pero idealmente se requiere del acompañamiento de un médico endocrino. Asimismo, una revisión nutrióloga o dermatológica pueden determinar ciertos parámetros que sugieran la presencia del síndrome.

Lo cierto es que el diagnóstico se realiza mediante una combinación de síntomas, exámenes físicos y algunas pruebas de laboratorio, pues no existe una prueba única para diagnosticar el SOP. Los exámenes de sangre pueden ayudar a medir los niveles hormonales, mientras que la ecografía pélvica puede detectar los quistes en los ovarios.

¿Cómo interactúa la alimentación y el síndrome de ovarios poliquísticos?

Al estar asociado con la resistencia a la insulina, la alimentación juega un papel fundamental en el diagnóstico, tratamiento y manejo del SOP. Recordemos que, cuando el cuerpo no utiliza la insulina de manera efectiva para procesar el azúcar en la sangre se desencadenan una serie de problemas en el organismo. Comenzando por el aumento en la producción de “hormonas masculinas”.

Tengamos claro también que la insulina es una hormona producida por el páncreas, y cuando tienes una dieta alta en carbohidratos como el pan, las papas o el arroz, tu cuerpo los descompone en azúcares simples como la glucosa.

La insulina ayuda a que la glucosa sea transportada desde el torrente sanguíneo a las células del cuerpo, donde se utiliza como fuente de energía. Cuando se presenta esta resistencia, la glucosa se acumula en la sangre en lugar de cumplir su proceso natural. Esto puede dar pie a una serie de complicaciones graves de la salud.

Por lo tanto, la relación entre alimentación y el síndrome de ovarios poliquísticos es clara, y hacer cambios en la dieta puede ayudar a mejorar significativamente los síntomas del SOP.

A continuación, se detallan algunas maneras en que la alimentación puede interactuar con el SOP:

  1. Carbohidratos: los carbohidratos simples y refinados como el pan blanco, el arroz y el azúcar, pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre y provocar picos de insulina. En su lugar, se recomienda consumir carbohidratos de carga glucémica baja, como son los cereales integrales, las verduras y las legumbres.

  2. Proteínas: las proteínas magras, como carnes blancas, huevos y legumbres, pueden ayudar a regular los niveles de insulina y los andrógenos. Se recomienda limitar las carnes rojas y procesadas, ya que contienen grasas saturadas que pueden promover la inflamación y empeorar los síntomas del SOP.

  3. Grasas: es sumamente recomendable evitar las grasas saturadas y los productos lácteos enteros. En su lugar, inclínate por grasas saludables, como las encontradas en el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos y el pescado graso.

  4. Fibra: una dieta rica en fibra puede ayudar a mejorar la resistencia a la insulina y los niveles de azúcar en la sangre. Se recomienda consumir al menos 25 gramos de fibra al día a través de frutas, verduras, cereales integrales, etc.

En general, una dieta saludable y equilibrada que incluya una variedad de alimentos  puede disminuir los síntomas del SOP. Claro que, entendiendo que cada caso puede variar significativamente de una mujer a otra, es importante trabajar con un equipo médico multidisciplinar para desarrollar un plan de alimentación y tratamiento adecuado a necesidades particulares.

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