¿Te ha pasado que muchas veces estas animado de hacer algún deporte, y te gana la pereza? o ¿Estás listo para iniciar pero a la mitad del ejercicio no quieres seguir? No se trata de tu condición física, es tu cerebro que está jugando contigo.
Como lo leíste tú cerebro es el responsable que no quieras hacer ejercicio. Pero no es casualidad, se trata de un aprendizaje antiguo impreso en el. Debido a que nuestros antepasados necesitaban ahorrar energía para las batallas.
Esta información la ha suministrado un grupo de investigadores de suizos, belgas y canadienses. Quienes interesados en el tema hicieron varios estudios a hombres y mujeres que al igual que tú no podían iniciar con la rutina, aunque tengan ganas.
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El cerebro tiene un papel importante
Las pruebas realizadas consistían en la capacidad para decidir entre el sedentarismo o una actividad física. Colocando 64 electrodos en los 28 individuos, pudieron leer la actividad cerebral.
En el experimento, los individuos jugaron con un maniquí. El cual debían acercar o alejar de imágenes de actividad física o de sedentarismo. Todo realizado con intervalos de tiempo considerable.
Con la medición, detectaron que duraban menos tiempo en llegar a las zonas de sedentarismo, que al alejarse de ellas. Esto según los expertos por la condición natural de querer mantener un cuerpo sano.
Sin embargo, las condiciones biológicas ganaban al impulso racional. Por lo que la teoría que el cerebro primario es quien manda para hacer ejercicio gano fuerza. En pocas palabras se necesita fuerza de voluntad para ganar esta batalla.
Otra de las observaciones dio paso a ver qué zona del cerebro tenia mayor movimiento. Resultando la corteza prefrontal medial, y el córtex fronto-central las utilizadas para la vida sedentaria.
Así que la próxima vez que desees hacer ejercicio, juega con tu cerebro. No dejes que la biología te gane. Ten fuerza de voluntad y obtén los resultados deseados.
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