El miedo es un sentimiento que por lo general acompaña a muchas personas desde muy pequeños y lo largo de su crecimiento. Si bien no todos le tememos a las mismas situaciones o no manifestamos el temor con la misma intensidad, probablemente nadie puede negar haber experimentado sensaciones de angustia ante un evento determinado. Es parte de la vida, propio del desarrollo humano y hasta cierto punto, absolutamente normal.
No obstante, existen personas cuyas manifestaciones conductuales a raíz de situaciones potencialmente temibles, se enfrentan con sintomatologías intensas que pueden afectar desde su raciocinio, capacidad de reacción o incluso condición fisiológica. De acuerdo a los profesionales de Psicopartner Madrid, esto es lo que comúnmente podríamos conocer como trastorno o fobia y a diferencia del miedo, es una condición que muchas veces escapa de toda comprensión de quién la padece.
La agorafobia es uno de ellos, y generalmente hace referencia a aquellas personas que manifiestan un miedo muy agudo al estar en espacios abiertos, muy concurridos y dónde puede haber limitantes para “escapar” o escabullirse. O por lo menos, esa es la definición habitual con la que se asocia este término. Sin embargo, la realidad es un tanto más compleja y por ello, en este artículo, no sólo te aclararemos qué es en sí este trastorno, también aprenderás a identificar señales que indiquen que puedes estar sufriendo de agorafobia y algunas recomendaciones para hacerles frente.
¿Qué es la agorafobia?
Para saber si sufres de agorafobia o no, principalmente tenemos que tener bien claro el concepto. Su etimología viene del griego “phobos” que quiere decir temor o miedo con carácter obsesivo, y “ágora” que se traduce como plaza pública o centro de reunión.
Bien comentamos, que por lo general se refiere al miedo intenso, exagerado y posiblemente irracional a los espacios abiertos, con multitud o con dificultades para escapar. Esta definición, ha logrado que muchas personas lo vean como la contraparte de la claustrofobia (miedo intenso a los lugares cerrados), pero esto no es del todo correcto.
Las personas agorafóbicas ciertamente temen agudamente a encontrarse en estos lugares o situaciones, pero el detonante de su pánico está mayormente asociado a la idea de perder el control sobre sus propias reacciones. De hecho, es bastante común el diagnóstico de la agorafobia ligado al padecimiento de ataques de pánico.
Es considerado hoy en día como un trastorno psicológico con grandes repercusiones en la calidad de vida de quién lo padece. Y es que, además de que genera altos niveles de angustia, estrés y ansiedad, también suele desencadenar sintomatologías fisiológicas, conductas evitativas u otro tipo de condiciones que afectan directamente la salud o pueden limitar su desenvolvimiento en sociedad.
¿Cómo se origina la agorafobia?
Definir un detonante común que origine las reacciones asociadas a este trastorno es bastante complicado. De acuerdo con diversos psicólogos, ésta puede presentarse a causa de un shock traumático, luego de alguna enfermedad o cómo resultado de largas temporadas de tensión o estrés severo. Aunque también puede estar condicionado por la educación recibida, incapacidad para enfrentar problemas o simple percepción de la realidad.
Lo cierto es que, independientemente de la causa, una vez ocurre su incidencia y/o frecuencia suele ir en aumento ante ciertas situaciones o presencia en determinados lugares asociados a esos sentimientos negativos.
¿Cómo saber si sufro de agorafobia?
Llegados a este punto, aprender a reconocer ciertas señales o síntomas es la vía más rápida para saber si sufres de agorafobia. Claro que, como cualquier otro trastorno psicológico, el diagnóstico psicoterapeutico siempre será más seguro y oportuno, pues no sólo te ayudará a determinar los posibles detonantes, también te ofrecerá las mejores alternativas de tratamiento para hacerle frente a tus temores.
Debes tener presente que todo trastorno de ansiedad generalizado por norma general actúa como limitante de actividades sociales y en muchos casos, como promotor de otro tipo de trastornos más severos que causan un deterioro progresivo de la calidad de vida y salud mental de una persona. En este sentido, te recomendamos buscar ayuda psicológica ante la mínima sospecha de padecer una condición o en caso te sean habituales los siguientes escenarios:
- Sólo te sientes seguro en casa, practicas el autoconfinamiento
- No sales de casa sin la compañía de una persona de confianza
- Experimentas ansiedad o sensación de fatiga ante la idea de acudir a lugares públicos (centros comerciales, cines, teatros, plazas, parques, etc.)
- Evitar hacer uso del transporte público o ascensores
- Evitas por completo las multitudes o reuniones con mucha gente
- Te niegas totalmente a la idea de viajar en barcos o en aviones
- Tienes pensamientos recurrentes sobre sufrir accidentes o hacer el ridículo en publico
- Experimentas síntomas como fatiga, sudoración, taquicardias o temblores al encontrarte en lugares muy concurridos
Otra característica común que te ayudará no sólo a saber si sufres de agorafobia, sino a estar más convencido de ello, es la presencia o recurrencia de ataques de pánico. Es algo característico en al menos el 70% de los casos. También pueden haber perdida del control de esfínteres, náuseas, vómitos ante las situaciones que generan el temor.
Tratamiento para la agorafobia
Antes de la indicación o adopción de cualquier tratamiento, lo primordial es conocer el origen del trastorno, así como aprender técnicas para el manejo de la ansiedad ante esas situaciones. De acuerdo al desarrollo de la agorafobia de cada paciente, algunos psicólogos pueden recomendar distintos tipos de terapia cognitivo conductuales o incluso algún tipo de medicación. Para ello, se deberá realizar un diagnóstico físico y psicológico completo, de manera de determinar posibles asociaciones con otros trastornos, además de las alternativas de tratamiento más adecuadas.
Ciertamente, en estos tiempos de tan fácil acceso a la información y con las ventajas que ha supuesto la telemedicina, saber si sufres de agorafobia es relativamente sencillo. Y, teniendo claro el nivel de repercusión que puede tener este este trastorno en tu calidad de vida, esperamos que te sea más sencillo dar el paso de buscar ayuda profesional en caso te haya hecho ruido algunas de estas sintomatologías.
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