Cómo tratar una esguince desde casa

De seguro la mayoría de las personas que se ven expuestas a actividades físicas diarias de gran rendimiento, y tanto como las que no, han llegado a sufrir alguna vez de un esguince.  Generalmente no necesitan tratamiento médico ya que la lesión de un esguince se recupera por sí misma sin dejar excedentes, manteniendo la zona afectada en reposo y únicamente en aquellos casos que no remita naturalmente, ni los síntomas se suavicen con medicación pueden requerir consulta especialista para descartar otras posibles lesiones más complejas.

Si bien no es complicado, este tipo de lesiones comúnmente son tratados desde casa, y que mejor comodidad que la de adquirir técnicas que sirven de remedios caseros que se puedes llevar a cabo con facilidad. He aquí una lista de acciones que se deben tomar a cabo para aliviar el dolor de un esguince, y superarlo paulatinamente de una manera eficaz.

 Hielo, compresión, elevación y reposo

Este método se conoce como el mejor tratamiento que se le puede hacer a una lesión de esta gravedad. Aplicar cubos de hielo durante unos 15 minutos 4 veces al día ayudará a reducir la inflamación. Elevar el pie, en caso de tener esguince de tobillo, por encima del nivel del corazón permite que la sangre no se acumule tanto en los pies y la gravedad contrarrestará la hinchazón. Aplicar compresión con una venda elástica, esto ayuda a reducir la acumulación de fluidos en esa zona y realizar reposo, hacer los menos movimientos posibles que obliguen los músculos a trabajar esa zona y evitar cargar nuestro peso en ella.

Arcilla

Como un tratamiento parecido al de un yeso, la arcilla se puede aplicar como emplastes sobre el esguince, lo cual resulta un estupendo remedio. La arcilla contiene minerales como el silicio, hierro, magnesio, calcio y potasio, minerales elementales, que ayudan a tratar la inflamación, calmar el dolor y ayudar a drenar mejor la impureza de los tejidos.

Para potenciar sus efectos, se puede mezclar con vino tinto. Aplicar en la zona inflamada y se puede cubrir con papel higiénico para luego sujetarlo con una venda.

Agua con sal y vinagre

Tanto separados como unidos, el vinagre y la sal son productos que pueden ser agregados al agua a la hora de realizar baños con agua caliente, un estupendo remedio para aplicar a partir del tercer o cuarto día de la lesión.

Se recomienda añadir al agua caliente en un cuenco, un vaso de vinagre y un puñado de sal, para sumergir la zona afectada por el esguince, y dejarlo reposar allí durante el cambio de temperatura del agua. Preferiblemente, esta técnica debe ser realizada dos veces al día como mínimo, para lograr obtener efectos beneficiosos en poco tiempo.