El dolor emocional: lo que hace la tristeza al cuerpo

La forma en la que percibimos el dolor es casi siempre la misma; puede que haya variantes de acuerdo al aspecto cultural, lo cierto; es que estamos acostumbrados a concebir de forma separada el dolor emocional del físico, cosa que está totalmente errada. En ocasiones; esta desconexión de ambos dolores, es recurrente, sobre todo en personas que experimenta más dolor emocional que físico; por lo que se acentúa dicha concepción.

¿Alguna vez has sentido rechazo? ¿Sientes que se te hace un nudo en la garganta? ¿Sientes dolor emocional cuando te aíslas?

La forma en la que percibimos el dolor es casi siempre la misma; puede que haya variantes de acuerdo al aspecto cultural, lo cierto; es que estamos acostumbrados a concebir de forma separada el dolor emocional del físico, cosa que está totalmente errada. En ocasiones; esta desconexión de ambos dolores, es recurrente, sobre todo en personas que experimenta más dolor emocional que físico; por lo que se acentúa dicha concepción.

¿Cómo percibimos el dolor emocional?

Si bien; ambos están tipificados, el físico es aquel que se concibe mediante un daño, ruptura, quiebre de cualquier zona del cuerpo, por otro lado; el emocional parecer ser algo más mítico e incluso mucho más complejo de comprender. Descrito; sobre todo a través de la literatura, es aquel que está relacionado con la forma de concebir al mundo, sin embargo; muchas veces se le da más importancia al físico, dejando rezagado al emocional, que sin duda, afecta a todos en un momento dado.

No obstante; gracias a la Psicología, podemos ver de otra manera el problema, que puede originar nuevos planteamientos, de cómo funciona la parte emocional ante situaciones funestas. El hecho; de que las manifestaciones culturales hayan puesto al descubierto entre lo que se siente cuando nos sentimos mal de salud y ánimo no de casualidad, sino causalidad de hechos de la vida diaria.

¿El dolor emocional afecta nuestra salud física?

Por otro lado; en un estudio realizado por Esther Meerwijk, de la Universidad de California, se llega a la conclusión; que los circuitos cerebrales e impulsos nerviosos de ambos dolores se solapan.

¿Pero por qué? pues; simplemente no aceptamos la veracidad del dolor que nos produce una realidad, desde la lógica del dolor; este es visto como algo fatídico, que nos hace decepcionarnos, sufrir, sentirnos mal y saber que hay algo que no está bien. El hecho de; ser rechazado socialmente, puede representar el mismo riesgo que un corte o herida en el cuerpo.

Para el dolor emocional; existen síntomas físicos, como el cambio de temperatura, que mejor descrito no ha podido ser por la literatura, la temperatura corporal cambia, se asocia al frío con la soledad y todo lo que pueda ser potencialmente hiriente. Por otra parte; el sistema inmune también se va afectado, estando propensos a contraer infecciones o gripe, por lo que, no debemos subestimar ningún tipo de dolor, y los efectos a nuestro cuerpo.