Generalmente las personas desarrollan un miedo a los efectos y riesgos secundarios de la anestesia general. La anestesia estimula un estado de inconsciencia para evadir los dolores durante algunos tratamientos médicos.
La anestesia general radica en administrar una cadena de medicinas a un paciente; por vía intravenosa, o a través de la inhalación de gases o vapores. Para provocarle un estado semejante al sueño profundo, a pesar de no estar dormido, sino inconsciente.
Las funciones vitales, como la frecuencia y ritmo cardíaco, la respiración, la presión arterial, la temperatura corporal y los niveles de oxígeno en la sangre; están bajo el resguardo y el control de un médico especialista, en este caso el anestesiólogo.
Este tipo de anestesia se utiliza para impedir que una persona sienta dolor; y le sobrevengan recuerdos cuando es sometido a un procedimiento quirúrgico o algunos exámenes médicos.
Generalmente en las cirugías que se efectúan con anestesia general se disponen de medicamentos para incitar relajación muscular. Que igualmente inhiben la musculatura respiratoria. Por ello en esos casos se intuba al paciente para que absorba el oxígeno mediante ventilación mecánica, y evadir que aspire sus transpiraciones.
(También puedes leer: Oxígeno en los músculos, lo absorben mejor las mujeres)
Efectos y riesgos de la anestesia general
Lo más usual es que no se provoquen dificultades asociadas al empleo de la anestesia general; afirman especialistas, donde añaden que al presente compone un entorno extraordinariamente seguro, al que contrastan con el de la aviación.
Así, según estos expertos, los riesgos que logra apalear el paciente son los inseparables a las patologías que padece (diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, asma), a su edad, y la intervención quirúrgica a la que se va someterse.
Las dificultades directamente atribuidas a la anestesia estarían las procedentes de posibles complicaciones de la vía aérea, del control de la respiración, y del control de las funciones hemodinámicas del paciente.
