El bruxismo, un problema nocturno
El bruxismo consiste en apretar y rechinar los dientes durante la noche, justo cuando descansamos. Afecta a uno de cada diez adultos y es un problema que puede ser muy molesto. Es considerado una actividad parafuncional del sistema masticatorio porque produce movimientos involuntarios sin sentidos ni utilidad. Este desorden orofacial es el más frecuente y complejo.
El problema más grave que se puede presentar con el tiempo es el desgaste de las piezas dentales. Unas de sus particularidades es que las personas que lo sufren por lo general continúan con el malestar durante toda su jornada.
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¿Cómo podemos detectarlo?
Lo más evidente es que cuando amanece se siente dolores en los músculos de la masticación. Además, la sensación de que precisamente se estuvo apretando los dientes durante la noche. Otra señal común y lo puede percibir otra persona, son el rechino de los dientes al dormir. Al principio sus consecuencias pueden ser leves por ejemplo pequeños desgastes del esmalte. Sin embargo, con el paso del tiempo puede ser más grave y requerir una reconstrucción de los dientes para devolverle su forma y función.
El bruxismo puede provocar fatiga muscular y alteraciones en las articulaciones temporomandibular. Esta sostiene y permite el movimiento de la mandíbula. El problema se da tanto en hombres como en mujeres. En los hombres es más frecuente ver dientes desgastados. Mientras que en las mujeres son los dolores en las articulaciones temporomandibular.
¿En qué consiste su tratamiento?
El tratamiento existente para esto es el uso de una placa de descanso, plástica y rígida. La función de dicha placa es la de disipar en gran parte las fuerzas generadas de forma involuntaria. Otros tratamientos menos convencional seria la relajación muscular y la aplicación de botox para reducir la fuerza muscular.
Si no se trata con tiempo puede llevar a un desgaste e incluso a la destrucción parcial o total de distintas piezas dentales. El trastorno requiere de suficiente atención.
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