En este mundo de cotidiana felicidad y rutinaria tranquilidad, existen aquellos que reniegan de su condición de comunes y hacen hasta lo imposible por sobresalir entre la inacabable masa de seres que son como todos.
Muchas veces hemos deseado levantarnos de la cama y ser distintos a los demás. Sin embargo, te has preguntado ¿Cómo sería tu nueva vida?
Esa ambición insana de ser superior es una enfermedad que termina por hundir a quien la padece. Bienaventurados los que aceptan su condición de prójimos comunes, porque ellos heredarán la felicidad promedio de todos.
Perfecto, eres común. Todo lo que haces en el día, lo que te ocurre, parece recordártelo constantemente. ¿Pero que pasa si no quieres serlo? ¿Qué sucedería si un día te levantas harto de parecerte a tu vecino, ese humano que tanto críticas, pero que por dentro sabes que adolece exactamente de lo mismo que tú? ¿No te gustaría, aunque sea fuese por una sola vez en tu vida, ser distinto a los demás y probar las mieles del extraordinario?
En este mundo, ser diferente puede ser una trampa mortal
Sabio y beato aquel que se aleje y diga no a esas invitaciones. Pero bueno, suponiendo que a esta angelical y prudente advertencia no le des importancia y que pretendas continuar con tu proyecto de segregación comunal, sería bueno que estudiaras las posibilidades de éxito de tu macabro plan.
Tan sólo verifica a todas aquellas personas que conoces que son diferentes. Uno de ellos de seguro usa arete y pertenece al sexo masculino. Piensas que es diferente. O simplemente se parece a millones de personas que usan ese mismo implemento. Si quieres acude al bar de tu preferencia. Observa ¿no crees que todos se parecen entre sí, que utilizan la misma ropa, que tienen el mismo estilo hasta para fumar?
Así que no te preocupes tanto por seguir modelos o ídolos, ellos tienen el mismo problema que tú, quisieran ser alguien más. Esas personas que sueñan con sobresalir, aunque sea un poquito lo hacen básicamente por llamar la atención.
Sin embargo, hasta el momento la ciencia no podido descubrir la vacuna contra lo cotidiano, ni los analistas han podido definir los elementos que nos ayudarían a distinguirnos de los demás.
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