Fagofobia, el miedo a tragar

Fagofobia
Fagofobia

La fagofobia es un trastorno psicológico que induce a un miedo absurdo a atragantarse que imposibilita al afectado comer. Puede producir desnutrición y aislamiento social, agrandar el peligro de depresión.

Cuando nos sentamos a la mesa y disfrutar de la comida debería ser un goce para la gran mayoría de la población. Tomar los cubiertos, probar un bocado, masticar; saborear el alimento y tragar es un proceso de acciones que efectuamos casi de manera inconsciente y sin apenas darle importancia.

Pero hay personas para las que el hecho de ponerse delante de un plato, beber un vaso de agua, o pretender tomar un bocadillo, resulta un genuino tormento; porque el miedo a atragantarse durante ese acto se transforma en pánico y les imposibilita comer con normalidad.

Esta situación, que aparentemente resulta absurda, tiene nombre propio, fagofobia.

Un desorden psicológico que se encuadra dentro de los trastornos de la ansiedad. Y que induce a la fobia de comer por el temor absurdo a atragantarse durante ese acto.

El pánico puede inclusive a ahogarse meramente por tragar saliva. No existe un perfil preciso de las personas que padecen fagofobia, aunque los especialistas confirman que es más frecuente en mujeres que en hombres.

Posiblemente porque las mujeres tienen entre dos y tres veces más ansiedad que los hombres. Por eso, en la práctica clínica se observa más mujeres afectadas por este trastorno. La edad no está muy precisa, pues puede aparecer desde los seis años en cualquier momento.

En cuanto a la personalidad característica de estos pacientes, se advierte de que “habitualmente se trata de personas fácilmente sugestionables, muy perfeccionistas y controladoras, lo que provoca por sí mismo una mayor ansiedad. Además, se ha encontrado una relación entre esta patología y el nivel elevado de estrés”, apunta la psicóloga.

El miedo a atragantarse impide a las personas con fagofobia comer con normalidad.

No posee existencia diagnóstica propia en las clasificaciones patológicas, pues brota dentro de los trastornos mentales como una fobia concreta dentro de la categoría residual; junto con las fobias a vomitar o a padecer una enfermedad.

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