Fuerza mental, su uso en nuestro beneficio. Parte I

La Fuerza Mental
La Fuerza Mental

La fuerza mental involucra varios aspectos que se relacionan con el funcionamiento del encéfalo. Primero y fundamentalmente, de éste depende el aporte de oxígeno llevado por la sangre al cerebro. Se debe tener una correcta técnica respiratoria; llevando el volumen del aire inspirado hacia el bajo vientre por la acción del diafragma; que empuja los órganos del abdomen; el cerebro consume el veinticinco porciento del total inspirado, de modo que la respiración profunda vitaliza y hace funcionar correctamente el encéfalo.

La adecuada circulación sanguínea es otro aspecto determinante. Las arterias deben tener un haz de luz amplio para que la sangre circule libremente; esto se logra con una alimentación que no contenga grasas de baja densidad, que tienden a sedimentarse y crear ateromas.

Fuerza Mental y los aspectos inmateriales de la mente

Estos aspectos inmateriales son el pensamiento, la atención, la concentración, la reflexión, la imaginación, la visualización, la memoria y las emociones; este último concepto guarda relación muy importante con la mente. Se dice en la filosofía oriental que el depositario de la mente es el corazón; entendiendo éste como el receptáculo material de las funciones inmateriales; no como la bomba sanguínea que es.

Fuerza Mental
Fuerza Mental, mente y emociones

Este vínculo entre mente y emoción determina la capacidad de utilización de recursos; es decir, si la mente esta agitada por la presencia de emociones incontroladas, el pensamiento estará agitado y la capacidad reflexiva disminuirá de manera considerable. No es posible que las emociones estés agitadas y la mente en calma; siempre se corresponderán en estado energético, de modo que la serenidad emocional favorecerá la lucidez mental.

Una practica que ayude a serenar las emociones como lo es la meditación; en sus variantes estáticas o dinámicas, permitirá que la mente esté disponible para su uso pleno. El pensamiento, a su vez, despertará sensaciones y emociones; cuando éste es negativo, depresivo, derrotista, caótico y otras demás variantes, causan dispersión de la energía, el desánimo, la depresión y sumirá al individuo en un laberinto de confusión emocional.

Por eso, la practica del pensamiento positivo nos puede ayudar a sentirnos bien y que ese sentimiento estimule la disponibilidad de la mente a nuestro servicio.