Hogar tóxico, donde nos sentimos mal y queremos huir

Hogar tóxico
Hogar tóxico

Vivir en un hogar tóxico nos genera malestar convirtiéndonos en personas vulnerables a enfermedades, tanto a nivel físico como en lo psicológico. Aquí te daremos a conocer esas actitudes y hábitos que debemos mantener alejados de nuestro hogar.

Hogar tóxico. Hábitos que debemos alejar

Vivir en un hogar tóxico nos genera malestar convirtiéndonos en personas vulnerables
  • Gritar. Es común que a veces gritemos pero puede convertirse en la norma. Los gritos esconden la contaminación de la violencia. En los niños pueden tener consecuencias aún peores provocando problemas de personalidad y afectando su equilibrio emocional.

¿Qué podemos hacer? Una excelente norma en el hogar podría ser no gritar. Hay que cultivar la empatía y la asertividad.

  • Hostilidad. Cuando se entra a una casa y siente algo pesado en el ambiente es tal vez porque se respira un aire de hostilidad. En estos hogares no hay entusiasmo y prima la ley del más fuerte y eso hace que sea difícil encontrar reposo y tranquilidad.

¿Qué podemos hacer? Se debe centrar en solucionar los problemas más que en buscar culpables.

  • Drama. El drama por lo general proviene de personas que siempre encuentran un problema para cada solución. Solo se concentran en los aspectos negativos de la vida y que hacen de las quejas su modo de vida. En este sentido, son estas las que hacen que flote en el ambiente un ambiente de pesimismo.

¿Qué podemos hacer? Lo mejor es adoptar una actitud positiva que terminará contagiando y contrarrestando las actitudes negativas de los demás

  • Caos. El espacio influye en nuestro estado de ánimo por lo que si está desorganizado y caótico puede también provocar un caos mental. Por lo que al final no querrás estar en un espacio que te genere estrés. Esto ocasiona que nuestro cerebro tenga más dificultades para procesar información.

¿Qué podemos hacer? Es importante que en el hogar haya orden y normas de convivencia. Cada quien debe conocer los límites que no deben traspasar.

  • Desvalorización. Son varias las formas de desvalorización. Una de ella es no reconocer los esfuerzos de la persona;  y el otro es minimizar sus logros o pasarlos por alto.

¿Qué podemos hacer? Todos brillamos con nuestra propia luz, debemos alimentar esa luz y no apagarla.

Kelvin Keen Goyo Soto
Agroecólogo de profesión, analista SEO por convicción, redactor por motivación y científico de corazón. Eterno estudiante de ciencias naturales, tecnologías, marketing 2.0 y economía. "No busquemos el éxito, persigamos la excelencia y el éxito nos perseguirá a nosotros"