¿Cómo impedir que la fatiga haga estragos en nosotros?

Evitar la fatiga a la hora de entrenar, uno de los factores enemigos que impiden efectuar correctamente las rutinas de ejercicios. Muchos factores son los culpables de que esto suceda. Puede ser una mala alimentación o un mal descanso luego de haber comido. También el nivel de intensidad o dificultad de ciertos ejercicios implican una alta presión en el cuerpo. El día de hoy veremos las medidas necesarias para controlar ese mal.

Hidratarse

Como todo lo relacionado con la actividad física, el agua es sumamente importante a la hora de entrenar. El metabolismo y las reacciones químicas que ayudan a realizar el movimiento de los músculos, necesitan de este líquido vital. Sentir sed al moverse constantemente, es común. Por ello debe tomarse agua antes, mediante y luego del entrenamiento.

Gradualidad de intensidad

Comenzar la rutina con un esfuerzo desmesurado, genera agotamiento muscular precipitado y más prolongado, además de aumentar las posibilidades de desgarres musculares o lesiones, por lo tanto se recomienda calentar antes de comenzar, e ir aumentando la intensidad paulatinamente, o disminuirla de igual forma cuando se pretende terminar, para lograr el funcionamiento correcto de la circulación habitual.

Planificación

Es importante planificar una rutina antes de comenzar a fomentar tu meta de acondicionamiento físico, alternado diariamente la intensidad de ejercicios a efectuar. Los momentos de descanso son también primordiales para la asimilación y recuperación de los músculos ante la actividad.

Alimentación y Descanso

Comer y dormir correctamente, son pilares fundamentales en una rutina de entrenamiento. Darle el descanso y la cantidad de nutrientes necesarios al cuerpo generará un mejor funcionamiento y eficacia a la hora de realizar las actividades previstas, evitando la fatiga y cansancio que suele disminuir la motivación por continuar.

Temperatura Corporal

El alternar la temperatura del agua a la hora de tomar un baño, entre caliente y más fría, puede ser de gran ayuda para activar la circulación sanguínea, contrayendo y dilatando los vasos. Lo que, además, propiciará la eliminación de los metabolitos que potencian la sensación de fatiga e hinchazón muscular.