Hora de comer de mi hijo: ¿caos o felicidad?

la hora de comer
hora de comer, un momento de felicidad o de caos para la familia

La hora de comer en los niños en general, es que disfrutan comer, pero no siempre lo debido. Algunos niños son renuentes y no debemos etiquetarlos como “mañosos”, probablemente exista una razón.

Unas de las causas que los niños vuelvan la hora de comer en un caos, es porque sus padres caen en una batalla campal a la hora de la comida con sus hijos. Dejándose manipular muchas veces por estos.

Sea cual sea la causa, es probable tenga solución; lo importante es identificar el que lleva al niño hacer de la hora de la comida un caos.

La hora de comer: posibles causas para negarse a los alimentos.

  • Apetito ausente: este se asocia a alguna enfermedad crónica; el preescolar se niega a comer, debido a una enfermedad base. El tratamiento en este caso es tratar la enfermedad principal.
  • Cuando los padres son el problema: esto significa que son los padres quien no tienen claras las reales necesidades de nuestros hijos; creyendo que come poco cuando en realidad están alimentándose suficiente para su edad. En este caso los padres deben informarse adecuadamente y relajarse.
  • Niños selectivos: muchos niños poseen una alta sensibilidad; (lo que denominamos hipersensibilidad) a olores, sabores, texturas, olores. Esto fácilmente lo pueden llevar a negarse a muchos alimentos. En este caso se debe acudir a un terapeuta de integración sensorial.
  • Hiperactividad: son niños que no tienen problema en comer, pero les gusta mas jugar y mantenerse en movimiento que alimentarse. En este caso debemos revisar su dieta; que sea baja en azúcar y carbohidratos. También tener una rutina clara donde el niño sepa que es hora de comer y esto ayude a calmarlo. Evitar televisión o juegos durante el momento de comer.
la hora de comer
Alimentación sana

La hora de comer feliz.

Ahora bien para hacer de la hora de la comida un momento de felicidad es importante ofrecer  comida cada tres o cuatro horas en pequeñas porciones. Cabe destacar que es fundamental no ofrecer alimentos entre comidas ni bebidas, mucho menos ningún tipo de chucherías. Esto primero ayuda al niño a que identifique la sensación de hambre y segundo no le proporcionamos alimentos vacíos en nutrientes.

Y por último, pero no menos importantes hacer de la hora de comer una rutina familiar que se debe respetar, todos sentados a la mesa; con constancia y buena disposición el niño llevara el ritmo de los padres, y no los padres llevar el ritmo de pelea de los niños.