La intuición, ¿puede fallar o engañar?
Por lo general la intuición tiene mala reputación en especial en la parte occidental del mundo. Muchos han asumido que el ser humano pasó a depender de un pensamiento primitivo al pensamiento analítico y científico. Debido a ello las emociones y la intuición son pueden fallar o engañar. Sin embargo, esta idea está basada en un mito del progreso cognitivo.
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Las emociones deben ser ignoradas o corregidas por habilidades racionales. La intuición o los presentimientos también resultan del procesamiento que sucede en el cerebro.
Según estudios el cerebro es una gran máquina de predicción. Este compara constantemente la información sensorial entrante y las experiencias actuales con el conocimiento almacenado. Asimismo los recuerdos de experiencias previas prediciendo que vendrá después. Esto es lo que los científicos llaman “marco del procesamiento predictivo”. De esta manera el cerebro estará preparado para enfrentar la situación actual lo mejor posible. Cuando ocurre un desajuste, (algo que no se predijo) el cerebro actualiza sus modelos cognitivos.
La coincidencia de las experiencias pasadas y la experiencia actual suelen ocurrir de manera automática e inconsciente.
La importancia de la experiencia
La experiencia en un área concreta hace que el cerebro posea más información que pueda coincidir con la experiencia actual. De esta manera permite que la intuición sea más fiable ¿y qué significa esto? que al igual que la creatividad tu intuición puede mejorar gracias a la experiencia.
La diferencia entre pensamiento intuitivo y pensamiento analítico es que el primero es automático, rápido y subconsciente. Mientras que el segundo es lento, lógico, consciente y deliberado. Según investigaciones recientes el pensamiento analítico e intuitivo puede suceder al mismo tiempo. Incluso los estilos de pensamientos son complementarios, pueden funcionar en equipo y generalmente los empleamos juntos.
Por ejemplo una investigación científica puede comenzar con un conocimiento intuitivo y permitir a los científicos formular ideas e hipótesis. Se validan de pruebas y análisis rigurosos.
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