
Los brotes de tos pueden ser comunes, pero cuando su grado pasa a la calificación “compulsiva” nos encontramos con la Tos Ferina; actualmente se ha declarado una alerta en España debido a la alza en los números de pacientes diagnosticados con ésta enfermedad. Así mismo es un brote que debe ser notificado obligatoriamente al departamento de sanidad.
Se trata de una enfermedad bacteriana, que produce una tos violenta y difícil de controlar, puede dificultar la respiración.
La Tos Ferina se propaga por el aire, por lo que su facilidad de contagio es mayor. Los bebes recién nacidos, es decir menores de tres meses, son los más propensos a contraer la enfermedad, sobre todo aquellos a los que no se les ha colocado ninguna de las vacunas básicas en sus primeros dos meses de vida. La primera dosis de la vacuna se aplica a los dos meses de nacimiento, por lo que están más expuestos a contagio si alguien de su entorno familiar o visitantes porta la enfermedad.
Los adolescentes y adultos también son propensos a contagiarse cuando sus defensas bajan. Pero los riesgos aumentan más en los infantes ocasionando incluso el fallecimiento.
Para reducir la intensidad y duración de los malestares causados por la Tos Ferina, es recomendable acudir al médico a las primeras señales de sospecha, para poder aplicar el tratamiento a base de antibióticos en su primera fase, ya que si la enfermedad tiene un mayor avance los antibióticos no son tan eficaces para mejorar los síntomas, solo serán capaces de limitar la transmisión.
La duración de la enfermedad puede variar según el diagnóstico de la misma y las posibles complicaciones que puedan surgir, sin embargo, normalmente tiene un promedio de duración de dos semanas en su estado más grave, luego irá disminuyendo la frecuencia de la tos y la gravedad de los malestares, pero hay que tomar en cuenta que la recuperación total pude tardar meses.
La principal medida para la prevención y evitar la proliferación de la Tos Ferina es la vacunación; en los niños se puede aplicar a partir de los 2 meses. Es muy importante la vacunación en adolescentes y adultos que vayan a convivir con algún bebe en casa.
La manera más efectiva para proteger a los bebes que están por nacer es aplicar la vacuna durante la gestación, específicamente entre la semana 27 y 36, ya que la transmisión de anticuerpos durante el embarazo a través de la placenta ayudará a proteger al recién nacido hasta las primeras dosis que se le puede administrar a los 2 y 4 meses de edad. Esta vacunación ofrece protección tanto a la madre como al bebe.