Los ejercicios de bajo impacto se recomienda usualmente para personas que sufren o son propensas a lesiones por el uso excesivo de las extremidades inferiores. No obstante, puede verse como una forma de entrenamiento cruzado; que debes practicar de todas formas.
Mientras más puedas evitarles a los huesos el impacto sostenido y la tensión de carga; más te proteges contra las lesiones por el uso excesivo del sistema musculosquelético, incluyendo las fracturas por tensión.
Por supuesto, la cantidad de calorías que quemas depende de lo agresiva o intensamente que realices la actividad. Caminar es una alternativa obvia a correr. No ejerce tanta carga de levantamiento de peso en músculos y articulaciones, es muy accesible; y se puede quemar una cantidad apreciable de calorías: aproximadamente 400 calorías por hora en un nivel intenso (6 km por hora).
El ciclismo es también un ejercicio de bajo impacto eficiente y efectivo. Algunos estudios aconsejan que aun a un paso relativamente lento de 5 km por hora se pueden quemar hasta 700 calorías por hora. También puedes hacerlo bajo techo en una maquina estática. Las bicicletas estáticas y otros aparatos cardiovasculares con componentes de ejercicios de brazos trabajan más masa muscular; por lo que producen un efecto de entrenamiento cardiovascular mucho mayor.
Estudios científicos que avalen los ejercicios de bajo impacto y las calorías
A pesar de que no se han realizado muchos estudios en este campo. Se puede concluir que el uso de bastones de caminatas durante una marcha ampliará el entrenamiento cardiovascular; pues tus brazos participan tanto como si esquiaras a campo traviesa (que quema cerca de 600 calorías por hora). Usar esos bastones también puedes ayudar a reducir la tensión en las piernas.
La natación es otro de los ejercicios de bajo impacto que quema unas cuantas calorías. Dependiendo del estilo e intensidad, puedes quemar entre 500 y 700 calorías por hora. Como a muchos no les gusta nadar, recomiendo correr en el agua, ya sea con un traje húmedo y estimulando el movimiento de la carrera en la parte más profunda de la piscina, o caminando enérgicamente en la menos profunda.
El trabajo muscular que se logra con este ejercicio puede ser mayor que cuando se corre a causa de la resistencia del agua.
Es importante recordar que, en el caso de cualquier actividad, debes entrenarte para ella con ejercicios que simulan el esfuerzo a realizar, concentrándote en el uso de los músculos correspondientes.
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