Nuestra autoestima puede sufrir mucho
Querer agradar a todas las personas no es muy positivo para nosotros, puede ocasionar que tengamos relaciones interpersonales muy dañinas. Nuestra autoestima puede sufrir mucho.
En nuestras vidas nos topamos con muchas personas que están en constante búsqueda de la aprobación de los demás. Esto es un grave error y el motivo es que esto nunca se debería hacer porque resulta difícil.
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Vamos a conocer que sucede cuando se intenta agradar a los demás como sea. Asimismo las consecuencias que ocasionaría para uno mismo.
Querer agradar a todas las personas. Nunca es bueno
- Provocaría que te olvides de quien eres. Esto ocurre porque no puedes ser tu mismo debido a que te tienes que amoldar a los demás. Por ejemplo cuando eres una persona que te gusta gesticular. En el momento que estés con personas que se burlan de eso lo dejaras de tendrías que preguntarte ¿Cómo quiero actuar? tal vez te encuentres en un término medio donde gesticules lo justo y necesario. Con el tiempo esto ocasionara que no sepas muy bien cómo eres o actúas en realidad.
- Sentirás mucha decepción. Así es, la decepción se convertirá en tu mayor amiga. Es imposible que le agrades a todas las personas y por mucho que busques agradarle no lo conseguirás. No disfrutaras de tus relaciones sino que estarás alerta ante la posibilidad de agradar a las personas o no. Esto te restará energías y con frecuencia te sentirás agotado y fatigado mentalmente.
- No tendrás capacidad de poner límites ni de ser asertivo. Si quieres agradar a todos esas personas se aprovecharán de ti, por ser incapaz de decir no.
El querer agradar a todos te hace un blanco muy fácil de las personas toxicas. Todo esto lo que hará es repercutir en tu autoestima aunque lo más probable es esta no esté muy bien cuidada.
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