Reducir el cáncer de mama, comiendo menos y ejercitándonos más

Ejercitarse y alimentarse sano ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama
Ejercitarse y alimentarse sano ayuda a reducir el riesgo de padecer cáncer de mama

Si podemos reducir el cáncer de mama. Esta es una enfermedad que se ha visto incrementada sobre todo entre las mujeres que viven en países industrializados; donde la alimentación es desmedida, en comparación con los países con estilos de vida suelen ser más tradicionales.

Un grupo de investigadores del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Jagiellonian, en Cracovia, (Polonia); ha analizado la correlación que hay entre el peligro de padecer cáncer y el estilo de alimentación del individuo. Conduciendo a la teoría de que comer menos y ejercitarse más podría combatir el desarrollo del cáncer de mama.

Este análisis indica que hay una relación entre el peligro de sufrir cáncer y la alimentación principalmente en las mujeres; dado a que éste influye en las concentraciones de estrógenos y progesterona durante los ciclos menstruales.

Reducir el riesgo es trabajo de todos
Reducir el riesgo es trabajo de todos

Estos estudios señalan que podemos reducir el cáncer de mama. Los resultados han sido sorprendentes

Los datos acerca de las muestras de hormonas obtenidas de la saliva de mujeres de Bolivia, la República Democrática del Congo, Nepal, Polonia y Estados Unidos, se utilizaron para analizar la correlación entre las concentraciones de hormonas y el nivel de cáncer de mama en cada país. Igualmente, se exploró la relación en el consumo total de energía en cada uno de los países y las concentraciones hormonales que mostraban estas mujeres.

Las concentraciones altas de progesterona en los ovarios se relacionan con un aumento del nivel del cáncer. Por ello, estos resultados ratifican la relación que hay entre las concentraciones de hormonas y esta patología. De esta manera, una ingesta calórica alta se relaciona además con mayores concentraciones de hormonas.

Al contrario, un consumo bajo de energía se atañe con una función restringida de los ovarios y como resultado, una menor concentración de hormonas.

Los investigadores señalan que, como la función de los ovarios responde al modo de alimentación de las mujeres y éstos a su vez a la concentración de hormonas; se puede reducir el peligro comiendo menos y ejercitándose más.

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