Rinitis

Entre las clasificaciones de posibles causas de esta enfermedad, se encuentra la rinitis alérgica, rinitis no alérgica, y rinitis mixta. La rinitis alérgica es la más común encontrada en las personas que sufren de ella, la cual es causada por alergias ambientales y se caracteriza por una picazón en la nariz, estornudos y congestión nasal. Ente otros síntomas, se podría encontrar los oídos con comezón, piquiña en la garganta, problemas de la trompa de Eustaquio, ojos rojos o llorosos, tos, fatiga, pérdida de concentración, falta de energía a partir de la pérdida de sueño, dolores de cabeza o sensibilidad facial.

Como todo problema puede tener solución, a continuación se encuentra una serie de pasos que se pueden seguir al pie de la letra desde la comodidad del hogar, con el fin de mejorar, prevenir y eliminar la rinitis, o al menos a tratarla de la mejor manera, para evitar su prolongación o gravedad.

La miel y el polen: La miel suministra una cierta fracción de polen en pequeñas cantidades, a la hora de su consumo, por lo que habitualmente, el organismo se expone a dosis reducidas del alérgeno acostumbrándose a él, lo cual reduce la reacción alérgica en las temporadas de polen volátil que se encuentra en el ambiente.

Intentar consumir solo el polen de abeja, tomando el primer día un gránulo y añadiendo un gránulo más cada día, hasta llegar a la medida aproximada de una cucharadita, también puede proporcionar mejoras con el pasar de los días. Si se observa algún tipo de reacción, se recomienda no seguir haciendo uso de este remedio, dejando de consumirlo inmediatamente.

Ortiga: Esta planta medicinal, contiene propiedades que ayudarán a cortar la mucosidad, depurar y a reducir los ataques de tos producidos principalmente por la reacción de alérgenos y la alergia al polen.

Se puede tomar en infusión o extractos de ortiga que pueden ser encontrados en tiendas naturista o herbolarios, y se puede realizar añadiendo una cucharadita diaria a sopas, guisos, cremas o salteados. Como su sabor no es muy fuerte, también puede ser incluida en algunos postres como natillas, flanes, y batidos.

Agua salina: Para tratar la rinitis alérgica es muy importante eliminar la mucosidad alojada en la nariz y un lavado nasal con una solución salina es ideal, y ayudará a mejorar los síntomas.

El lavado puede hacerse desde casa, con solo comprar una solución salina en la farmacia o preparándola añadiendo en una taza con agua destilada caliente una cucharada pequeña de sal y una pizca de bicarbonato de sodio. Con un bulbo nasal se tendrá que inspirar una pequeña cantidad de esta solución salina para que recorra toda la fosa nasal y luego expirar la nariz para eliminar los mocos y la solución salina. Para ver resultados en corto tiempo, es necesario hacerlo en los dos orificios nasales y un par de veces al día.

Jengibre: El Jengibre es un remedio casero que puede ir muy bien para tratar la rinitis alérgica gracias a sus propiedades antiinflamatorias, antivirales, antibacterianas y inmunomoduladoras las cuales ayudarán a aliviar los síntomas de secreción nasal y congestión que produce la rinitis.

En una taza con agua hirviendo es elemental añadir un poco de raíz de jengibre o 1 cucharada de jengibre rallado, dejando reposar, para luego colarlo y tomarlo 2 veces al día para aliviar los síntomas.