Cada día son más y más las personas inmunizadas contra el coronavirus a nivel mundial, y se prevé que todo este proceso de vacunación se incremente exponencialmente con el pasar del tiempo. Todo esto, ha generado una duda popular que se sostiene cada vez con más fuerza y es ¿puedo por fin dejar de lado la mascarilla?
Es una pregunta más profunda de lo que parece: sobre el regreso a la normalidad, sobre qué tan pronto los ciudadanos vacunados; podrán abrazar a sus seres queridos, reunirse con amigos e ir a conciertos, centros comerciales y restaurantes sin sentirse amenazados por el coronavirus.
Si bien es cierto, en Estados Unidos muchos funcionarios estatales están listos para autorizar la norma de la mascarilla. El primero en hacerlo, fue en Texas , quienes levantaron su mandato, junto con todas las restricciones a las empresas, y Mississippi rápidamente hizo lo mismo. Los gobernadores de ambos estados mencionaron la disminución de las tasas de infección y el aumento del número de ciudadanos que se vacunan. Sin embargo, hemos de recordar que la la pandemia aún no ha terminado y los científicos están aconsejando paciencia.
Los científicos aconsejan mantener las medidas al menos un poco más
Está muy claro que, todas las personas que efectivamente recibieron su vacuna ya pueden reunirse sin el menor de los problemas, ya que se supone que todos están inmunizados. Es por ello que, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están preparando nuevas pautas para las medidas de control y prevención de coronavirus en EE.UU.
No obstante, este grupo de vacunados aún no deberían deshacerse de las mascarillas en los lugares públicos, ya que depende de ciertos aspectos que se verán con el tiempo. En primera instancia, que disminuyan la tasa de contagio y que aumente la cantidad de personas vacunas.
¿Por qué? Los científicos no saben si las personas vacunadas transmiten el virus a quienes no lo están. Si bien, todas las vacunas Covid-19 son espectacularmente buenas para proteger a las personas de la enfermedad, la investigación no está clara sobre qué tan bien evitan que el virus se arraigue en la nariz de una persona inmunizada y luego se propague a otras personas.
No es raro que una vacuna prevenga una enfermedad grave pero no el contagio. Las vacunas contra la gripe, el rotavirus, la poliomielitis y la tos ferina son todas imperfectas de esta manera.
Las vacunas contra el coronavirus “están bajo mucho más escrutinio que cualquiera de las vacunas anteriores“, dijo Neeltje van Doremalen, experta en el desarrollo de vacunas preclínicas en los Laboratorios de las Montañas Rocosas de los Institutos Nacionales de Salud en Montana.
Y ahora, con las nuevas variantes del coronavirus que esquivan al sistema inmunológico están cambiando todo el estudio. Algunas vacunas, son menos efectivas para prevenir infecciones con ciertas variantes y, en teoría, podrían permitir la propagación de más virus.
La investigación disponible hasta ahora sobre qué tan bien las vacunas previenen la transmisión es preliminar, pero prometedora. “Estamos seguros de que habrá una reducción“, dijo Natalie Dean, bioestadística de la Universidad de Florida. “No sabemos la magnitud exacta, pero no es del 100 por ciento”.
Aún así, incluso una caída del 80% en la transmisibilidad podría ser suficiente para que las personas inmunizadas arrojen sus mascarillas, dijeron los expertos, especialmente una vez que la mayoría de la población esté inoculada y las tasas de casos, hospitalizaciones y muertes caigan en picado.
Entonces, dicho esto solo queda esperar a que los estudios arrojen conclusiones definitivas sobre la transmisibilidad, para que podamos por fin, luego de año y meses decirle: adiós a las mascarillas. De todos modos, recordemos que según la ciencia las mascarillas tienen buenos beneficios para la salud.
Vía | New York Times
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