Su pH es diferente a otras partes del cuerpo
Es normal que como mujer te preocupes por el cuidado de tu zona íntima. Esta es un área muy delicada que requiere un trato muy especial. Esta es un área muy delicada que requiere un trato muy especial. Ella posee un pH diferente al de otras partes del cuerpo por lo que suele alterarse con mayor facilidad.
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En su estado natural cuenta con un flujo rico en bacterias saludables que combaten cualquier agente patógeno. Sin embargo, en ocasiones puede desbalancearse y esa “barrera protectora” se debilita produciendo malos olores e infecciones. En esta oportunidad vamos a darte algunos consejos para que tengas en cuenta desde ahora.
Cuidado de tu zona intima. Para que comiences desde ya
- Ropa interior apropiada. Cuando son fabricadas con material sintético, la humedad se retiene aumentando el crecimiento de bacterias. Para evitar estos inconvenientes lo mejor es elegir prendas de algodón o materiales naturales.
- Buenos hábitos de higiene. Esta higiene debe practicarse en forma adecuada evitando el uso de productos que alteren la flora vaginal. Debes lavar con agua y jabón y secarla muy bien para evitar la humedad que pueden descontrolar los microorganismos.
- Evita las duchas vaginales en exceso. Algunas mujeres piensan que son lo mejor pero lejos de producir algún beneficio, producen desbalance en el pH que facilitan el desarrollo de infecciones.
- Llevar una vida sexual sana. Claro que eres tú quien decides como disfrutarla pero lo más sano es tener una pareja sexual estable. Es de esta forma que reduciremos el riesgo de contraer infecciones o enfermedades de transmisión sexual (ETS).
- Cambiar los tampones y compresas constantemente. Lo ideal es cambiarse más o menos cada 4 horas. Algo que no notas es que el sangrado menstrual aumenta los niveles de pH causando malos olores.
- Controlar la humedad. Primeramente debes entender que la zona vaginal nunca debe estar seca. Debe mantenerse lubricada por lo que es normal que su ambiente sea húmedo. No obstante, debes cuidar las humedades externas.
- Evita usar esponjas. Parecieran que ayudan a limpiar mejor pero la realidad es que puede tener efectos indeseados. Estos elementos pueden ser muy agresivos para la piel provocando irritación o lesiones.
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