Muchas personas creen que pueden comer lo que sea después de realizar ejercicios, pero eso está muy lejos de que sea así. La realidad es que debemos controlar lo que comemos así hagamos o no ejercicios.
Está la creencia que después de ejercitarnos podemos comer cualquier cosa pero hay personas con un buen metabolismo para eso. En otras personas no es muy recomendables hacer esta “gracia” después de hacer deportes. Es importante prestar atención a las calorías quemadas y a las consumidas. Si nuestro interés es bajar de peso debemos quemar más calorías que las que consumimos. Pasa lo contrario si el objetivo es formar músculo o subir de peso, la ecuación se invierte.
La cantidad de calorías que podamos perder va a depender de diferentes factores como: la edad, el sexo, la contextura física, la genética, la grasa acumulada, etc.
Comer lo que sea después de realizar ejercicios. Lo que es permitido
Cuando hacemos regularmente ejercicios podemos permitirnos de vez en cuando comer lo que queramos sin que afecte nuestro peso. Si te da por comer un chocolate o una pizza no te hará aumentar de kilos ya que has logrado reducir.
Si lo que quieres es comer lo que te apetezca deberás hacer una rutina de ejercicios muchísimo más exigente. Aún así podrías ganar peso porque el organismo necesita energía de buena calidad para realizar las actividades eficientemente.
Las atletas profesionales comen muchas proteínas y tal vez su alimentación durante el día consiste en: 3 plátanos y 2 huevos en el desayuno, tres platos durante el almuerzo y en medio de su entrenamiento se comen una barra de cereal. Te preguntaras ¿por qué? Es simplemente porque durante el entrenamiento queman muchas calorías y consumen mucha energía.
Es normal que al entrenar sintamos hambre por lo que es fundamental conocer nuestro organismo y nuestro metabolismo. Con dicho conocimiento podremos elegir aquellas comidas que nos sirvan para recuperarnos evitando el apetito voraz después de realizar ejercicios.
