Fortalece tu sistema inmune con la dieta correcta: Nutrientes esenciales para la salud integral

Fortalece tu sistema inmune

Las defensas inmunes y todo nuestro sistema inmunológico representan nuestra protección contra las enfermedades. Y aunque existen opciones completamente naturales como el cáñamo light en JustBob que ha recobrado mucha popularidad debido a que está asociado con beneficios que son increíblemente potenciales para la salud inmunológica ya que posee propiedades nutritivas que fortalecen el equilibrio del cuerpo.

Si el sistema inmunológico se debilita o es atacado por un germen agresivo, corremos el riesgo de enfermarnos. Desde el momento del nacimiento, el cuerpo humano está expuesto y atacado por patógenos, como virus y bacterias.

A menudo sucede que un microorganismo patógeno logra penetrar en el interior del cuerpo humano. Defensas inmunes del organismo humano, en algunos casos pueden bloquear el enraizamiento del microorganismo, en otros casos el crecimiento de los microorganismos penetrados es obstaculizado por los mecanismos de defensa de modo que no aparecen síntomas evidentes. Además los microorganismos también pueden prevalecer sobre las defensas del huésped, lo que determina el inicio de la etapa completa de la enfermedad.

Para combatir el patógeno, nuestro sistema inmunológico utiliza sus armas: órganos linfáticos, células, mediadores químicos y barreras físicas (como la piel , el cabello, las pestañas, las mucosas). Naturalmente, las defensas inmunitarias son más eficaces si el organismo humano se mantiene lo más fuerte y en equilibrio físico y mental posible.

– Adopta una dieta adecuada

Una dieta equilibrada y completa es fundamental para salvaguardar nuestro estado de salud psicofísico. En los casos en los que exista una necesidad específica de fortalecer el sistema inmunológico, puede resultar muy útil tomar Vitamina A, Vitamina C, Vitamina D, Zinc, Hierro y Selenio.

La vitamina A fortalece la piel, el cabello y las mucosas, ayuda a proteger los pulmones de infecciones, favorece el correcto desarrollo de los huesos y es fundamental para la salud y el funcionamiento de la retina. La vitamina A está presente en muchos alimentos, pero especialmente en las zanahorias, las espinacas, la col, la calabaza, la achicoria, el tomate, el aguacate, el albaricoque, el melocotón y la sandía.

La vitamina C por su parte estimula el sistema inmunológico, especialmente en relación con la prevención y el tratamiento de síndromes gripales y enfermedades respiratorias. En este sentido, parece que la vitamina C también tiene un efecto antiinflamatorio y antiviral. Gracias a su potente acción antioxidante, la vitamina C nos protege de la agresión de los radicales libres y apoya a nuestra piel en su función barrera frente a los patógenos. La vitamina C también está presente en muchos alimentos, pero en particular en frutas y verduras frescas y de temporada, especialmente en: cítricos, bayas, cerezas, melón, sandía, piña, kiwi y papaya, chiles picantes, pimientos dulces, patatas, tomates. y hortalizas de hojas verdes.

– Para combatir la depresión, y mucho más

La vitamina D es la base de importantes funciones biológicas; es esencial para el sistema esquelético, ya que mantiene los huesos fuertes y sanos y estimula la absorción de calcio y fósforo. Además, la vitamina D es fundamental para estimular la producción de endorfinas, serotonina y dopamina, los neurotransmisores que modulan el estado de ánimo, contrarrestando los fenómenos depresivos.

Los alimentos de origen animal contienen vitamina D3, en particular el pescado azul, el pez espada, el mero, los moluscos, la bottarga y el caviar. Un excelente complemento alimenticio de vitamina D es el aceite de hígado de bacalao. La vitamina D también se encuentra en los despojos (especialmente en el hígado), los huevos (en la yema), la leche y sus derivados.

En el mundo vegetal siempre está presente en la forma D2. Las mejores fuentes en este caso son los frutos secos, los champiñones, los frijoles y las verduras de hojas verdes. El papel del zinc en el organismo humano es múltiple, por ejemplo es fundamental para el buen funcionamiento de la insulina, las hormonas sexuales y las hormonas del crecimiento.

También es importante para controlar el metabolismo y, por tanto, el peso corporal; recientemente se ha demostrado que el zinc tiene acción antioxidante y efecto antiviral; además es importante para la memoria y reduce el riesgo de desarrollar enfermedades mentales graves; también es un aliado eficaz contra la depresión. Por último, un precioso oligoelemento intracelular que combate los radicales libres y, por tanto, también se utiliza mucho para el cuidado de la piel. El zinc se encuentra principalmente en el pescado, las ostras, las carnes rojas, las legumbres, los frutos secos, el chocolate negro, las yemas de huevo, las setas, las semillas de calabaza, las nueces, los cereales integrales, el girasol y la levadura de cerveza.

El hierro es un nutriente esencial para el bienestar de nuestro organismo ya que favorece la producción de hemoglobina y glóbulos rojos, asegurando una correcta oxigenación de las células del organismo, garantizando así la vitalidad y el crecimiento armonioso de todo el organismo. También estimula las funciones del hígado, bazo, intestino y médula ósea. En los alimentos, el hierro está presente en dos formas con distinta importancia desde el punto de vista nutricional: Hierro hemo, más fácilmente asimilable, presente en la carne, especialmente en: hígado, ternera, jamón, bresaola, pescado, moluscos y crustáceos.