Anteriormente para explicar la genética se comparaba los lóbulos de la oreja con la de nuestros padres. Hoy en día según un estudio realizado por la Universidad de Pittsburgh reveló que esta explicación puede ser más complicada de lo que pensábamos. Se ha descubierto que al menos 49 genes diferentes se relacionan entre sí para la creación del lóbulo.
Según John R. Shaffer en ocasiones un rasgo simple en la genética puede ser en realidad bastante compleja. Es comprendiendo esa complejidad en la que se podrá trabajar en el caso de tratamientos de afecciones genéticas. Muchas de ellas tienen rasgos faciales distintos que afectan el lóbulo de la oreja como el síndrome de Mowat-Wilson. Shaffer es el autor principal de la investigación.
La colaboración de China y Reino Unido ha sido importante ya que el tamaño de la muestra era mucho mayor. Además proporcionando una gran variedad de etnia de participantes hubo una mayor profundidad de información genética.
Lóbulos de la oreja: dos métodos de investigación diferente
Dos métodos de investigación que consistieron en: uno de gran escala donde se encontró resultados de una extensa red, pero sin detalle. Y la segunda que fue más reducida y con más profundidad de matices.
En cuanto a los resultados del grupo reducido: se pudo identificar seis genes que influían en una importante parte en la unión del lóbulo de la oreja.
En un análisis más amplio se demostró que esos mismos genes si estaban implicados en la fijación del lóbulo de la oreja. A estos mismos se añadieron otros 43 genes; por lo tanto hablamos de casi medio centenar de genes que influyen en esa unión.
Se sabe que estos 49 genes influyen en la forma del lóbulo de la oreja. Lo que no se sabe en realidad es cómo funcionan juntos y de qué manera interactúan juntos. Así lo dijo Feingold, uno de los colaboradores del estudio. El siguiente paso sería precisamente entender eso.
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