Cuando sentimos hambre, ¿será hambre emocional o será hambre física?

Cuando sentimos hambre
Hay uno que es habitual pero muy poco conocido y es el hambre emocional.

Cuando sentimos hambre ¿emocional o física?

Cuando sentimos hambre por lo general suponemos que el hambre es producto de una reacción física. Aunque parezca difícil de creer son muchos los motivos por la que podemos sentir hambre. Hay uno que es habitual pero muy poco conocido y es el hambre emocional. ¿Cómo podemos diferenciar el hambre emocional de la física?

Primero que todos vamos a conocer a que se refiere cada una de ellas. El hambre emocional está relacionada a la necesidad de comer en respuesta a emociones negativas y estrés. Casi siempre porque no somos capaces de manejarlos de otra manera. En cuanto al hambre física es la que denominamos normal basado en el instinto de alimentarnos.

¿Cómo podemos diferenciarlos?

Conozcamos algunas diferencias para poder actuar en consecuencia.

Por la forma de aparecer: generalmente el hambre física va aumentando de manera gradual.  No es inmediata ni brusca. En cuanto al hambre  emocional aparece de manera repentina y acuciante. Suele ser muy intensa y busca ser satisfecha de manera inmediata.

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Cuando sentimos hambre
Cuando comemos por hambre física nos sentimos satisfechos y saciados.

Su motivo de aparición: El hambre física aparece al necesitar nutrientes para sobrevivir porque es un motivo biológico. En cambio el hambre emocional surge por un lado porque no sabemos diferenciar las sensaciones de nuestro cuerpo; por el otro, porque no contamos con una estrategia adecuada para regular nuestras emociones negativas y de estrés.

Las sensaciones que nos dejan después: Cuando comemos por hambre física nos sentimos satisfechos y saciados. A diferencia del hambre emocional que nos deja un regusto amargo después de haber intentado saciarla, nos sentimos culpables.

Cuando nos cuesta saciarnos: Al tener hambre física la podemos saciar fácilmente mientras que el hambre emocional es casi imposible de saciar. Esto sucede porque sencillamente no es hambre.

Si percibimos que el hambre no es física tal vez lo mejor es buscar otra manera de enfrentarnos al estrés. Asimismo a las emociones negativas que nos están provocando el hambre. El aprender técnicas de relajación puede ser de mucha ayuda en estos casos.

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Kelvin Keen Goyo Soto
Agroecólogo de profesión, analista SEO por convicción, redactor por motivación y científico de corazón. Eterno estudiante de ciencias naturales, tecnologías, marketing 2.0 y economía. "No busquemos el éxito, persigamos la excelencia y el éxito nos perseguirá a nosotros"