Enseñar a nuestro hijos a ser colaboradores en la casa es importante en toda familia. Por lo que hay familias que esperan que sus hijos los ayuden en las tareas domésticas y otras que ya no esperan tanto de ellos. Este problema generalmente se observa en los países occidentales.
Los padres prefieren que sus hijos se dediquen solo a cumplir con sus tareas escolares y no en tareas domesticas. El enseñar a nuestros hijos a que ayuden en la casa tiene muchos beneficios. Veamos algunos:
Enseñar a nuestros hijos contribuye a su madurez
Los niños que ayudan en las tareas domesticas obtienen mejores calificaciones. No solo eso, también les aporta mayor seguridad en sí mismos, son más disciplinados y fortalecen su carácter. Todos factores indispensables para su aprendizaje.
Aprende a ayudar a los demás
Aprenden a anteponer sus necesidades de otras personas a las suyas. Es posible que de adultos participen en labores comunitarias. Los hijos que no colaboran en la casa se acostumbran a creer que todo gira alrededor de ellos. Crecen pensando que el mundo está a su servicio y no en lo importante de ser responsable y trabajador.
Valoran la unión familiar
Para empezar, los niños que colaboran en casa aprenden que son miembros valiosos de la familia y su responsabilidad hacia ella. Está enseñanza se perdería si los padres le dan más prioridad a las actividades extraescolares que las del hogar.
¿Qué podemos hacer para enseñar a nuestros hijos a que ayuden en la casa?
Empiece de una vez. Los pequeños le gusta trabajar con sus padres e imitarlos. Algunos dicen que hay que encargarles tareas desde los tres años y otros sugieren a los dos años.
Por tal motivo, Hay que asignar las tareas a los hijos de acuerdo a su edad. Tome en cuenta las habilidades de sus hijos, atenderán sus tareas con mayor entusiasmo.
Hay que darle prioridad a las tareas de la casa
El objetivo no es que sus hijos hagan las tareas del hogar tan bien como un adulto.
Además, no hay que pagarles a los hijos para que hagan las tareas del hogar. Es mejor que el dinero que les dé a sus hijos no sea por ayudar en la casa.