Al parecer las hormigas tienen la capacidad de producir de manera natural sustancias que pueden destruir bacterias y hongos. Según un estudio puede ser una fuente poderosa para nuevos medicamentos que ayuden a tratar las infecciones humanas.
En la actualidad han crecido los agentes patógenos resistentes a los antibióticos. En EE.UU por lo menos unas dos millones de personas desarrollan alguna infección. Esta investigación puede aportar señales sobre la manera para afrontar este problema mayor sobre salud pública.
Al parecer solo doce de las veinte especies de hormigas se le identificaron propiedades antimicrobianas en varios grados. Los investigadores hallaron contraria a las expectativas, que las que producen más antimicrobiano eran las obreras. Por lo que ni son las colonias más grandes de hormigas ni las de mayor tamaño con dicha capacidad.
Las hormigas. La especie Solenopsis molesta
De hecho, las especies que demostraron una mayor actividad antimicrobiana son las hormigas más pequeñas llamadas Monomorium minimum y la Solenopsis molesta. Según Clint Penick los resultados hallados en esta investigación señalan que las hormigas podrían ser una fuente futura de nuevos antibióticos. Penick es profesor asistente de la Universidad del Estado de Arizona (Estados Unidos) y es el autor principal del estudio.
Adrian Smith, indicó que la especie de hormiga con el efecto antibiótico más potente fue la hormiga ladrona o Solenopsis molesta. Por otro lado, es necesario continuar las investigaciones para determinar qué sustancias en particular posee un efecto antibiótico y así poderlas explotar. Asimismo, es necesario analizar cuáles son las estrategias antimicrobianos que recurren las hormigas para defenderse de los agentes patógenos.
Una interrogante a la que los investigadores deberán hallar respuesta es ¿Por qué estos insectos hacen frente a los patógenos sin que estos hagan resistencia? A diferencia de los que sucede en la medicina, los antibióticos con el tiempo tienden a perder su eficacia.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) alerta sobre la urgencia sanitaria debido a la resistencia a los antimicrobianos. Es una situación que pone en peligro serio los progresos de la medicina moderna.