La raíz de Ginseng, autentica Panacea Oriental

La raíz del Ginseng
La raíz del Ginseng

La raíz de Ginseng se viene utilizando ininterrumpidamente por sus propiedades tonificantes desde hace más de 4.000 años en China. Se introdujo en Europa a partir del siglo XVIII, y ha sido objeto de numerosos estudios científicos por sus extraordinarias virtudes.

Su nombre científico, Panax, viene de las raíces griegas pan (todo) axos (curación). Para los chinos, el ginseng es una autentica panacea, capaz de curar una gran variedad de afecciones. Sus efectos como estimulante sexual le han dado una gran popularidad en los países occidentales; en los que el estrés y el uso del tabaco, del alcohol y de otras drogas, constituyen una agresión contra la potencia sexual.

Un cuerpo tratado con ginseng está preparado y se protege mejor contra los trastornos que le afectan desde el exterior. El Ginseng es un adaptógeno (sustancia cuyo efecto se adapta a cada tipo de situación; la misma sustancia actúa de diferente manera según sea la situación y el estado de la persona que lo utilice).

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La raíz del Ginseng y sus polifacéticos beneficios
La raíz del Ginseng y sus polifacéticos beneficios

Muchos de los beneficios de la raíz de Ginseng en el organismo

Puede aumentar o disminuir la presión sanguínea, provocar una subida o descenso del nivel de azúcar en sangre, actuar de estimulante o de tranquilizante. Cuando hay valores equilibrados no suele aparecer un efecto inmediato. En cada persona estimula, apoya y mejora las defensas del organismo.

La raíz de ginseng actúa en diferentes partes de nuestro cuerpo, por su carácter polifacético ayuda a equilibrar estados en los que se ha roto la armonía, normaliza las funciones del organismo y hace posible mejorar determinadas insuficiencias y frenar hiperfunciones.

Del mismo modo, lucha contra el envejecimiento. Alarga la funcionalidad del organismo en personas mayores gracias a su efecto sobre el sistema inmune y la memoria, optimizando su calidad de vida y la actividad circulatoria. Se cree que podría influir reduciendo el riesgo de angina de pecho y sobre la pérdida de neuronas cerebrales.