La Risoterapia como recurso educativo

La risoterapia en los niños
La risoterapia en los niños

La risoterapia está siendo utilizada en algunas instituciones educativas como un recurso para la enseñanza. “La risa es el mejor invento de la humanidad”, expresaba el humorista y escritor estadounidense Groucho Marx.

Y es que la risoterapia como técnica beneficiosa no es nueva. Existe desde el antiguo imperio chino, la Edad Media, los estudios de Sigmund Freud o las técnicas novedosas del Laughter Yoga. La risa se ha aprovechado como fuente del bienestar, supervivencia, energía y efectividad.

Educar diariamente con algunas sesiones de la risoterapia

Es absolutamente viable educar a los niños con la risoterapia. Ya que la risa posee beneficios muy efectivos en el estado anímico de las personas donde liberan endorfinas, mejor conocidas como las “hormonas de la felicidad”.

Asimismo, ayuda a minimizar la tensión, alcanzar unas relaciones más relajadas y satisfactorias. Guiar a los niños en lo cómodo que se siente cuando logran llegar a ser las cosas. Tan solo pende del cristal desde donde las observes.

Por ende, los niños lograrán sentir lo beneficioso que es reír. Posteriormente de estas sesiones donde, a través de juegos, acciones y prácticas. Se incita el surgimiento de la risa, esa risa floja, que es incontrolable. Y que logra brindarnos una gran impresión de goce y bienestar.

La risoterapia en las escuelas
La risoterapia en las escuelas

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Por lo general, el que guié las sesiones de risoterapia estará encargado de plantear actividades durante dichas sesiones. Para lograr crear el ambiente que se requiere para que surja la risa.  Es importante que las docentes y el personal de la institución se formen en este tema con personas especialistas en temas de risoterapia.

El propósito de estas sesiones es permitir que florezca el positivismo y el ambiente perfecto para que la risa consiga brotar. Y, por eso, se presentarán diversos juegos que colocarán a prueba la creatividad, la capacidad de expresión, su coordinación y otras destrezas físicas con las que alcanzarán explotarse de la risa.

Los niños serán competentes para batallar contra las malas energías, relajar sus relaciones sociales y incitar una actitud positiva cotidianamente, algo fundamental para complacerse de una vida plena y sana.