Los tés provienen de la misma planta, la Camellia Sinensis, poseen teína, una sustancia estimulante del mismo tenor de la cafeína, son mayormente conocidos como el acompañante ideal para una mañana o una tarde con amigos y familiares tanto como el café, pero en realidad, aportan más que un delicioso sabor, aportar innumerables beneficios para el cuerpo. Ya sea fríos o calientes los podemos disfrutar en todo momento. Se suele decir que los tés y las infusiones son lo mismo, pero cabe aclarar que los tés son infusiones pero no todas las infusiones son de té, ya que se puede preparar una infisión de hojas que no provienen de la camellia sinensis, como la manzanilla.
Para preparar un té perfecto la clave es hacerlo hirviendo agua mineral sin que llegue a ebullición y colocando el agua en la taza sobre las hojas para que concentre más su sabor y propiedades y no al revés.
Los tés en general ayudan al cuerpo a prevenir enfermedades, cuidar nuestra piel, depurar el organismo, cuidar nuestro cuerpo. Existe una gran variedad de tés pero cada uno tiene distintos sabores y aromas.
El té verde tiene múltiples beneficios, además de ser digestivo, ayuda a quemar las grasas del cuerpo, tiene propiedades antioxidantes que ayudan a retrasar los signos de envejecimiento y refuerzan el sistema inmune. Sin embargo está contraindicado para personas que sufran de hipertensión, embarazadas porque puede afectar el sistema nervioso del bebé y debe evitarse su consumo durante la lactancia por su alto contenido de cafeína.
Por su parte el té negro también contiene antioxidantes y es bueno para el estómago por su efecto saciante y relajante, además de ser bajo en calorías, por lo que es recomendado en las dietas. Pero su consumo excesivo tiene algunos efectos secundarios, puede causar problemas digestivos, sobre todo si sufre estreñimiento o colon irritable, su consumo durante el embarazo está asociado a la alteración de hierro en los bebes y causando anemia.
Cuando se busca algo parecido al elixir de la juventud nos podemos referir al té blanco, aporta vitaminas C y E, contiene tres veces más
antioxidante y tiene un efecto diurético, contiene menos cantidad de teína. El té blanco tiene pocos efectos secundarios por provenir de los brotes más pequeños y tiernos, no contiene colorantes ni aditivos, y solo está contraindicado en casos muy específicos y poco comunes; en pocos casos se conoce personas que puedan desarrollar alguna alergia a este. Debe beberse con moderación por su alto contenido de potasio, las personas anémica deben beberlo poco al comer alimentos ricos en hierro y solo en algunas personas causa insomnio y aumento en su frecuencia cardíaca por su contenido de cafeína aunque es muy poco usual.
El té rojo es conocido por su efecto de quemagrasa y se puede consumir tres tazas al día, además de actuar como reductor de niveles del colesterol. Pero al igual que otros tés, por su contenido de cafeína tiene efectos secundarios, pueden ser dolor de cabeza, vómito, diarrea, trastorno del sueño, ardor de estómago, entre otros.
Se debe recordar que aunque el consumo de tés es muy beneficioso para nuestra salud, su consumo en exceso puede tener efectos negativos en nosotros. Y tomar en cuenta que así como puede aliviar malestares no debe tomarse como sustituto de agua y se debe preguntar al médico si puede ser contraindicado combinarlos con algún medicamento.