¿Por qué duele el cuello? Conoce las principales causas del dolor cervical

causas del dolor cervical

Despertar en la mañana con un fuerte dolor de cuello sin motivo aparente, es un escenario bastante común para muchas personas, especialmente a medida que envejecemos o nos vemos expuestos a ciertos factores. La ‘cervicalgia’ puede afectar significativamente la rutina diaria de una persona, a tal punto de dificultar la realización de tareas cotidianas, como trabajar, conducir, socializar o incluso dormir. 

A menudo, el dolor cervical es causado por tensiones musculares, malas posturas o lesiones cervicales, pero, en algún momento te has preguntado ¿Qué otras causas hay que debemos tener en cuenta? 

De ser así, has llegado al lugar correcto porque en este artículo. exploraremos las principales causas del dolor cervical. Pero además, daremos un repaso por los factores de riesgo asociados, así como algunas opciones de tratamiento y prevención disponibles.

¿Qué es la cervicalgia?

La cervicalgia es un término médico que se emplea para describir el dolor en la región cervical, es decir, en la parte superior de la columna vertebral. Esta incluye las vértebras cervicales y los músculos que la rodean.

Se trata de una afección bastante más común de lo que se cree y puede ser causada por diversas razones. Algunas de las más comunes son por tensión muscular, mala postura o lesiones cervicales, pero también podría deberse a otros trastornos degenerativos de la columna cervical.

El dolor cervical puede presentarse de forma aguda o crónica y variar en intensidad, frecuencia o duración. En algunos casos, llega a ser tan intenso que logra interferir con la realización de las actividades cotidianas, teniendo un impacto negativo y considerable en la calidad de vida de quién lo padece.

Las principales causas del dolor cervical

causas del dolor en el cuello
La postura que adoptamos por el uso excesivo de dispositivos electrónicos es uno de los primeros factores que pueden ocasionar tensiones musculares en toda la región cervical.

Es importante mencionar que ante un dolor agudo, persistente que no ceda ante el masaje de cervicales o se combine con otros síntomas como debilidad, entumecimiento o hormigueo en las extremidades superiores, la búsqueda de atención médica es primordial. Y es que si bien, en muchas ocasiones las causas del dolor cervical son más bien consecuencia de hábitos o acciones del paciente, es importante descartar otras patologías o prevenir complicaciones futuras.

1. Tensión muscular

Es prácticamente la causa más común del dolor cervical, y puede ser el resultado de severos cuadros de estrés, mala postura, falta de actividad física y el uso excesivo de dispositivos electrónicos.

2. Higiene postural

Una postura incorrecta al sentarse, caminar o dormir puede ejercer una presión excesiva en el cuello y la columna vertebral. Además, en caso de mantenerla durante períodos prolongados, se corre el riesgo de ocasionar daño a los discos intervertebrales y las articulaciones. Con el tiempo, esto puede acarrear problemas degenerativos como la artritis, y aumentar el riesgo de dolor cervical crónico.

3. Lesiones cervicales

Las lesiones en el cuello, como los esguinces cervicales, las fracturas y las contusiones, pueden causar dolor cervical agudo.

4. Hernia de disco

Cuando un disco intervertebral en la columna cervical se hernia o se rompe, puede ejercer presión sobre los nervios cercanos y provocar dolor en la región cervical. 

5. Infecciones o tumores

Infecciones como la meningitis y la osteomielitis, también pueden ser causa del dolor cervical. Los tumores en la columna cervical por su parte, aunque poco comunes, pueden ejercer presión sobre los nervios y causar dolor de intensidad variada.

6. Trastornos degenerativos

Los trastornos degenerativos de la columna cervical suelen ser causados por el envejecimiento, pero una mala postura prolongada, lesiones cervicales previas y otros factores de riesgo también podrían ocasionarlos. La artritis es uno de los más comunes, y se caracteriza por ser una afección en la que las articulaciones de la columna cervical se degeneran y se inflaman. Tenemos también la estenosis espinal que se presenta cuando el canal espinal se estrecha y comprime los nervios cercanos, causando además de dolor cervical, entumecimiento y debilidad muscular en los brazos. Otro sería la espondilosis cervical, una afección en la que los discos intervertebrales y las vértebras de la columna cervical se desgastan y degeneran.

Factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir dolor cervical y cómo prevenirlos

Además de las causas del dolor cervical, hay varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de sufrir esta condición. Algunos de estos son:

  • Envejecimiento: por desgaste o degeneración de los los discos intervertebrales y las articulaciones.
  • Mala higiene postural: al ejercer una presión excesiva en el cuello.
  • Trabajos sedentarios: que implican largas horas de estar sentado o en la misma posición.
  • Uso excesivo de dispositivos electrónicos: debido a la tensión muscular y la mala postura asociadas con su uso.
  • Estrés y ansiedad: pues suele aumentar la tensión muscular en el área cervical.
  • Accidentes automovilísticos: que pueden causar lesiones cervicales, como el síndrome de latigazo cervical.

Tales factores generalmente pueden ser mitigados a través de cambios en el estilo de vida y la adopción de medidas preventivas. A continuación, algunas que pueden servirte de ayuda:

  • Mantener una correcta postura: al sentarse, caminar y dormir para reducir la tensión sobre el cuello.
  • Realizar ejercicios de estiramiento: para ayudar a mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular en el cuello.
  • Mantener una actividad física regular: ya que ayuda a evitar el sedentarismo, a prevenir la tensión muscular y a corregir la mala postura.
  • Evitar situaciones de estrés: practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga, son buenas alternativas para tratar con el estrés.
  • Usar correctamente dispositivos electrónicos: manteniendo una postura adecuada y tomando descansos regulares.
  • Dormir en una posición cómoda: apoyando adecuadamente el cuello y la cabeza para reducir el riesgo de dolor cervical. El uso de camas articuladas también puede ser de gran utilidad.
  • Corregir la ergonomía en el trabajo: como la altura del monitor, la posición del teclado y la silla, de manera de reducir la tensión en la región cervical. Especialmente si son jornadas de trabajo prolongadas.

Recordemos que todos estos son métodos preventivos, pero en caso de experimentar dolor cervical, es importante buscar atención médica para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.

Opciones de tratamiento disponibles para el dolor cervical

Como cualquier otra condición que afecte la salud, las opciones de tratamiento para el dolor cervical dependerá de la causa del dolor y la gravedad de los síntomas. Aún así, en términos generales, podemos nombrar los siguientes como los más habituales:

  1. Reposo y cuidado personal: para el dolor causado por la tensión muscular, la mala postura y la falta de actividad física, el reposo, en combinación con una adecuada rutina de cuidado pueden ser efectivos. Esto puede incluir la aplicación de calor o frío en el área afectada y la corrección de la postura.
  2. Medicamentos: los analgésicos de venta libre como el ibuprofeno y el paracetamol, pueden ayudar a aliviar el dolor cervical leve a moderado. Sin embargo, en algunos casos, pueden ser necesarios medicamentos recetados, como relajantes musculares u opioides.
  3. Terapia física: la fisioterapia puede ser efectiva para el dolor cervical causado por la tensión muscular y la mala postura. Los ejercicios de estiramiento, la terapia manual y la terapia de masaje pueden ayudar a reducir el dolor y la rigidez.
  4. Terapia ocupacional: puede ayudar a mejorar la postura y la ergonomía en el trabajo.
  5. Inyecciones de corticosteroides: pueden ser efectivas para reducir la inflamación y el dolor en el cuello.
  6. Cirugía: en casos graves de dolor cervical causado por lesiones cervicales, hernia de disco u otros problemas, la cirugía puede ser necesaria.

Como siempre, rescatamos la importancia de trabajar con un profesional médico para determinar oportunamente las causas del dolor cervical, así como el tratamiento adecuado a necesidades particulares. Además, recordar que ciertos cambios en el estilo de vida, pueden ser útiles para prevenir la cervicalgia a largo plazo.

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