Armonía al nacer. Ese nacimiento armónico radica en ofrecerle a la futura madre en su trabajo de parto y al bebé escenarios propicios. Para que este momento valioso sea encantador, disminuya o elimine los factores traumáticos. Para ello se cuenta con: El parto en agua.
Este parto en agua es apreciado como una alternativa. Ya que no es muy común en algunos países. Es una manera de nacer, quienes lo promueven, brindan variadas ventajas para la madre como para el recién nacido.
El contraste con los otros partos es el hecho de que la madre entra en una bañera con agua tibia, a una temperatura próxima a los 37 grados. Esta temperatura es la del vientre materno, en el que ha estado sumido el bebé durante las 40 semanas de gestación.
(También te puede interesar: Cesárea, conductas saludables durante el embarazo reducen probabilidad)
La armonía al nacer y los beneficios del parto en agua
- Ofrece a la futura madre comodidad y movimiento.
- La posición sentada que acoge la madre en la bañera facilita la bajada del bebé.
- Como el cuerpo está inmerso en el agua, se minimiza la presión sobre el abdomen. Así se ayudan las contracciones uterinas y la circulación sanguínea. Con un resultado de una conveniente oxigenación de los músculos uterinos y del bebé.
- Facilita la relajación, por lo tanto, el medio acuático ayuda a la madre a conservar su energía.
- El agua afloja los músculos del piso pélvico y facilita la dilatación.
- Baja la presión sanguínea.
Provoca un efecto de anestesia natural y una impresión deleitable. Las terminaciones nerviosas se colman con esta sensación de placer que concede el agua caliente. Y reduce los indicios de dolor que viajan hasta el cerebro. A esta sensación asimismo se le denomina “aquadural” (puesto que reemplaza a la anestesia epidural).
Al suplantar a los anestésicos químicos, se compone un procedimiento natural efectivo y seguro. Al mismo tiempo de aminorar el dolor físico ayuda a dominar la ansiedad y ayuda a la relajación mental.