Actualmente, aún cuando la cantidad de personas que se preocupan por el impacto de la alimentación en su salud ha aumentado considerablemente gracias al fácil acceso a la información; la realidad es que, esta cantidad sigue siendo bastante irrisoria en comparación a quienes mantienen hábitos alimenticios poco saludables. En los últimos años, el increíble incremento de la ingesta de alimentos procesados, de carnes rojas, bebidas altas en azúcar como gaseosas o energizantes, etc., ha traído como consecuencia que cada día sean más y más los pacientes tratados por presentar patologías relacionas al colon sucio, el Síndrome del Intestino Irritable (SII), o la obesidad. Esto a su vez, ha originado que un significativo porcentaje de personas padezcan un elevado deterioro en su salud así como en su calidad de vida. Limpiar el colon de forma natural, si bien es cierto no es precisamente la solución milagrosa al problema, puede convertirse un un punto de arranque para evitar la aparición trastornos digestivos.
El colon también conocido como intestino grueso, es un conducto muscular localizado al final de nuestro aparato digestivo que tiene como objetivo absorber agua y cambiar los desechos líquidos a heces para posteriormente expulsarlas al defecar. Este órgano, que puede llegar a medir 1.5 metros de largo, también alberga al menos al 95% de las bacterias que componen la flora intestinal, por tanto su correcto funcionamiento ayuda a fortalecer, proteger e inmunizar nuestro organismo ante posibles infecciones bacterianas o de tipo víricas.
La afección conocida como “colon sucio” o intoxicado, se presenta cuando el intestino grueso se satura de toxinas que afectan el funcionamiento del sistema digestivo; esto puede deberse a diversos elementos, pero con frecuencia la causa principal viene dada por problemas de estreñimiento que retardan o dificultan la evacuación intestinal dando paso un sin fin de malestares o problemas de salud en distintas zonas de nuestro cuerpo. Aquí te dejamos una lista de los síntomas de colon sucio y si perteneces al grupo de la pésima alimentación, a continuación te hablaremos de algunos tips que te ayudarán a limpiar el colon de forma natural.
Tips para hacer una limpieza de colon de forma natural
Antes de entrar en materia, es importante resaltar que, ante la presencia de uno o varios síntomas agudos o recurrentes relacionados al tracto digestivo; lo más recomendable es asistir con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico oportuno, así como un tratamiento adecuado a cada necesidad. Si por el contrario, lo que buscas cambiarte gradualmente a un estilo de vida saludable, te recomendamos iniciar adoptando los siguientes hábitos:
1. Reduce la ingesta de grasas saturadas y aumenta la de fibra soluble
Y ojo que estamos siendo considerados al decirte que las reduzcas y no que las elimines por completo. El consumo excesivo de grasas saturadas no sólo debilita la flora intestinal, también actúa como promotora del colesterol malo y de una gran cantidad de enfermedades cardiovasculares; para una limpieza de colon efectiva, lo ideal sería reducir al mínimo los alimentos ricos en grasas saturadas y considerarlos en tu alimentación sólo de manera esporádica. Son algunos ejemplos de grasas saturadas: la mantequilla, los quesos y lácteos, alimentos procesados o embutidos…
Caso contrario pasa con los alimentos ricos en fibra soluble, que auxilian el funcionamiento del aparato digestivo al fortificar la mucosa que lo recubre, previniendo así, la presencia de invasiones bacterianas. Por otro lado, la fibra influye directamente en la consistencia ligera de las heces fecales, lo cual facilita la evacuación natural y previene el estreñimiento. Algunos alimentos que ayudan a limpiar el colon por su alto contenido en fibra soluble son: las frutas, las legumbres y los cereales.
2. Controla el consumo de carnes rojas
Mantener un sistema digestivo saludable, más allá de acciones drásticas requiere de pequeños cambios cada día, uno de ellos, es controlar el consumo de la carne de res. Aunque se trate de la carne más magra que puedas conseguir en el mercado, ésta proteína tarda tres veces más tiempo que cualquier otra en ser digerida por nuestro organismo y hasta tres días para ser expulsada del intestino. En términos simples, la materia fecal es retenida por más tiempo; dando paso a un proceso de fermentación y putrefacción dentro de nuestro aparato digestivo que lo hace vulnerable ante enfermedades infecciosas.
Eliminar las carnes rojas por completo no es algo muy fácil para muchos, pero reducirlas en pro de nuestra salud es actualmente “un mal necesario”. Te aconsejamos limitarla a una, máximo dos veces a la semana e incluir como acompañantes una buena porción de vegetales verdes.
3. Cuida las proporciones de tu comida
A estas alturas de la vida ya debes tener claro que ningún exceso es bueno. No porque algo sea bueno o saludable quiere decir que debamos abusar de las cantidades; de hecho, esa mala costumbre de comer “hasta más no poder” cuyo origen viene de la niñez cuando los padres inducían a consumir todos los alimentos, debe ser erradicada. Establecer porciones acorde a nuestras necesidades nutriólogas, es fundamental para que nuestro sistema digestivo trabaje de forma óptima, se mantenga saludable y evitemos cualquier tipo de trastornos gastrointestinales.
4. Mastica bien los alimentos
A veces nuestro ritmo o estilo de vida, hace que queramos aprovechar el tiempo al máximo para diversas actividades. Por un lado, esto no debería presentar ningún problema, éste realmente comienza cuando al momento de tomar la comida, en el afán de terminar pronto, no dedicamos el tiempo suficiente para masticar o triturar correctamente sus alimentos; éstos al entrar en el sistema digestivo requieren de un mayor esfuerzo y cantidad de enzimas para ser digeridos, dificultando que se adquieran los nutrientes. Por la salud de tu organismo, date un respiro a la hora de comer así como el tiempo necesario para masticar tus alimentos.
5. Evita saltarte comidas
Algo que se relaciona mucho con el punto anterior, la misma falta de tiempo en ocasiones hace que nos saltemos alguna comida o peor aún, que comamos poco durante el día para luego saturarlo de alimentos en la noche antes de dormir. Esto no sólo crea desbalances hormonales sino que dificulta terriblemente el proceso de digestión provocando que las toxinas se adhieran con mayor facilidad a nuestro organismo. Crea hábitos alimenticios saludables, come al menos 3 veces al día y acostúmbrate a hacerlo diariamente a la misma hora.
6. Toma suficiente agua
Parece algo muy sencillo y obvio, pero podría llegar a sorprenderte la cantidad de personas que difícilmente toman dos vasos diarios de agua al día, ni que decir de ocho. Y no estamos hablando de poblaciones rurales donde el agua potable no llega, se trata de ciudadanos comunes de las más grandes civilizaciones. Este hecho, puede deberse a distintos factores; gusto, falta de hábito, descuido, etc., pero para una natural limpieza de colon, la ingesta del líquido vital de manera regular es elemental, ya que, ésta favorece la eliminación de toxinas e induce una correcta digestión.
Crea el hábito de acompañar tus alimentos con agua (en vez de bebidas gaseosas o jugos con alta cantidad de azúcares), e incluye infusiones naturales en tu rutina alimenticia.
7. Ejercítate
No debe ser algo exagerado ni someterte a extenuantes rutinas de ejercicios. Sin embargo, mantenerte sedentario e inactivo no es la buena alternativa si quieres limpiar tu colon de forma natural. El ejercicio físico reduce el estrés, induce un buen descanso y facilita la evacuación, todo ello ayuda a tener el limpio sistema digestivo. Lo ideal sería que para comenzar, dedicaras al menos unos 45 minutos de caminata diariamente tu cuerpo.
Puede parecer que limpiar colon de forma natural no es tarea sencilla, o algo que debe hacerse sólo cuando éste se encuentra estreñido y con ello recurrir al uso excesivo de laxantes o depurativos “milagrosos” como la opción más fácil. Mantener un sistema digestivo saludable repercute directamente en la prevención de diversas afecciones; cansancio, dolores de cabeza, mal aliento, problemas circulatorios o de la piel, entre otros. Antes de decidir como actuar o que darle a tu cuerpo, recuerda considerar si deseas cambios a largo plazo o soluciones momentáneas, así como los efectos adversos que una mala elección puede ocasionarle a tu salud.
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