Cómo convertir mi hogar en un entorno saludable

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La llegada del coronavirus hace casi año y medio, ha traído consigo toda clase de dificultades; sanitarias, económicas, sociales, etc. eso no es ningún secreto para nadie. Sin embargo, a nivel personal, cada individuo ha tenido que enfrentar también, una serie de acontecimientos drásticos que han alterado considerablemente su rutina diaria; modificando su estado de ánimo e incluso su habilidad para absorber las energías del ambiente que lo rodea. En este sentido, convertir el hogar en un entorno saludable, es hoy en día, más allá de un tema de bienestar, uno estrictamente de supervivencia.

Con las medidas de confinamiento, el trabajo a distancia y la disminución de la actividad social, cada día se pasa más tiempo en casa. Esto, no sólo nos ha dado la oportunidad de reevaluar una y otra vez nuestro estilo de vida, sino también, de notar todo aquello que nos hace mal o simplemente no nos beneficia en absoluto. Y con esto, no referimos a personas, espacios, ambientes, objetos…, qué simplemente nos mantienen atrapados en un entorno dañino, tanto para la salud física, como mental y emocional.

El hogar, más que nuestro refugio de seguridad, debe aportarnos tranquilidad y armonía, hacernos sentir bien y en total plenitud. Aunque cueste creerlo, conseguir este ideal no siempre resulta tan sencillo y requiere de mucho más, que de unos muebles bonitos. Para ayudarte, hoy hemos preparado una pequeña guía con las mejores recomendaciones para convertir tu hogar en un entorno más saludable.

Recomendaciones para convertir tu hogar en un entorno saludable

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Vía papelesdelos70

Recuerda que, para estar considerarnos “personas saludables”, debemos alcanzar un balance entre nuestra condición física, nuestra salud mental y nuestro estado de ánimo. Para lograr esto, puedes comenzar con lo siguiente:

1. Cambia el color de las paredes

A nivel emocional, los colores tienden a influenciar e incluso determinar el estado de ánimo. Si buscas convertir tu hogar en un entorno alegre y saludable, pasa de los colores sombríos a experimentar con colores llenos de vida, al menos en esos espacios donde pases mayor parte del tiempo. Y, en caso de que pintar paredes no sea uno de tus grandes talentos; el papel de pared ecológico, es una excelente alternativa que te permitirá combinar colores, diseños y texturas.

2. Separa tus ambientes

No importa si vives en un diminuto piso o en una mansión. Es importante, sobre todo si estás en modo “home office”, desasociar el lugar de trabajo del nuestro lugar de descanso. En esto influye mucho el poder de la mente, ya qué, si tuviste un día laboral pésimo, todo a tu alrededor te lo recordará. Ingenia algunas formas de establecer tu lugar de trabajo, y una vez terminada tu jornada laboral, clausura física y mentalmente ese espacio.

3. Cuida tu alimentación

Debemos buscarle “el lado bueno a las cosas”, mientras menos salidas a la calle menos tentación de llenarte con golosinas, bebidas y comidas calóricas. Aun así, debes poner de tu parte, y asegurar que tu compra incluya alimentos saludables, frutas y verduras, además de ser cuidadoso con tus horarios regulares de comida.

4. Evita fumar dentro de casa

En realidad, por tu el bienestar de tu salud, deberías simplemente evitar el tabaquismo. No obstante, si eres fumador, evita hacerlo dentro de casa para que el humo del cigarrillo no se acumule y genere un ambiente tóxico; especialmente si convives con otras personas o niños pequeños.

5. Ventila tu vivienda

Aún en las épocas más frías y con la calefacción a tope, permite cada tanto la circulación de aire, así como el ingreso de luz natural. Esto te ayudará, a controlar la humedad y a eliminar los gases o toxinas que producen los equipos de calefacción o aires acondicionados. Para estos últimos, si realmente quieres convertir tu hogar en un entorno saludable, podrías evaluar la posibilidad de implementar alternativas con energía renovable.

6. Despídete de ese espíritu acumulador

Es una costumbre muy arraigada en algunos seres humanos, acumular o coleccionar objetos, prendas de vestir, o artículos que nos recuerdan “algo” o “alguien” ¡Haz limpieza! Y deshazte de todo aquello que ocupe espacio un innecesario; dificulte la circulación de aire, acumule polvo y humedad, pero por sobre todo, te ate a recuerdos dolorosos o épocas pasadas que no te permitan avanzar.

7. Dale la oportunidad a los productos orgánicos y ecológicos

Actualmente, todos lo que consumimos tanto para alimentarnos como para nuestro cuidado personal, pasa un interminables procesos físicos y químicos antes de llegar a nuestras manos. Éstos, no sólo van afectando a nuestra salud a largo plazo, sino qué terminan dañando al medio ambiente. A través del agua, el aire, los suelos. Afortunadamente, cada día hay más alternativas naturales u orgánicas que abogan por un impacto ambiental más positivo. Si deseas que, tu entorno sea saludable, no sólo para ti sino para la naturaleza, date la oportunidad de incluir más productos de este tipo en tu rutina.

8. Adopta algunas plantas

No sólo aportan frescura y naturalidad a los ambientes, también lucen hermosas en la gran mayoría de los espacios. Además, algunas plantas indirectamente, nos ayudan a mejorar el sentido de la responsabilidad por los cuidado que requieren.

9. Decora con frases motivadoras

Cuando vivimos solos, es común necesitar de vez en cuando una pequeña motivación. Una buena forma de hacerlo, es incorporando en tu decoración, elementos con frases que te motiven, imágenes de personas o lugares que te inspiren a trabajar diariamente por tus objetivos. Si hace falta, repite esas frases cada día como un mantra, recuerda que la mente es una aliada sumamente poderosa.

10. No olvides la higiene y limpieza

Lo dejamos de último, no porque sea menos importante, al contrario. Todos coincidimos en que, si queremos convertir un entorno en un ambiente saludable, la higiene y limpieza es clave; aun así, no deja de ser una molestia para muchas personas. Ni modo, es un “mal necesario” especialmente en los tiempos actuales. Asegúrate de pasar la fregona a menos una vez por semana, lavar tus frutas y hortalizas, desinfectar tus paquetes al llegar a casa, y no acumular desperdicios por muchos días.

Como ves, convertir tu hogar en un entorno saludable no es para nada, una tarea titánica. Con algunos cambios graduales, puedes lograr infinidad de beneficios no sólo para tu salud, sino para el de tu familia e incluso para la naturaleza.

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