Las contradicciones sexuales presente en las mujeres y los hombres

Las contradicciones sexuales presente en las mujeres y los hombres
Las contradicciones sexuales presente en las mujeres y los hombres

Las contradicciones sexuales en estos tiempos, las mujeres vivimos y somos educadas en una serie de contradicciones. Las madres educan a sus hijas para que sean inteligentes, pero no exagerado, que se destaquen pero que no espanten a sus pretendientes; que sean autónomas pero que se dejen someter, que piensen en ellas, pero consientan a los demás.

Definitivamente es arduo y bastante discordante hallar un punto medio en donde adaptar todas las pretensiones que tenemos las mujeres de hoy.

Pero ¿y los hombres? ¿Verdaderamente les es más cómodo desempeñar los parámetros y ser como se espera que sean los hombres modernos? Probablemente no.

Ellos quieren una mujer inteligente, con proyectos propios y un tanto independiente. Además, desean que esa misma persona sea aquella que requiere una cierta protección, del hogar, tierna, generosa y se preocupe por las necesidades primordiales de su pareja. Que tengan iniciativa, pero no excesiva, que tengan un buen empleo, pero no ganen más que ellos; y que expongan sus necesidades sexuales, pero les permitan a ellos tomar la iniciativa.

Las contradicciones sexuales en estos tiempos
Las contradicciones sexuales en estos tiempos

Claro, las mujeres igualmente tenemos exigencias contradictorias, que lo menos que logran crear es confusión en los hombres. Por un lado, aspiramos que sean sensibles, pero no cursis, manifiesten sus sentimientos, pero sigan siendo fuertes; sean más cariñosos, pero conservando el tono protector y que compartan las labores del hogar pero que no sean miedosos.

Ciertamente para conseguir un cambio profundo en la situación de las mujeres es preciso la participación masculina y la controversia por parte de ambas partes de lo que representa ser mujer. Pero asimismo es cierto que para que los hombres consigan recobrar la tierra olvidada de su propia emotividad, de la paternidad afectiva y expresar sus miedos y debilidades, igualmente se precisa de ese mutual cuestionamiento.

Walter Riso, dice que en realidad no es fácil ser hombre, en parte por estos requerimientos y por el sinfín de mitos sobre la masculinidad que frenan la auténtica expresión del hombre. Afirma, que la actual revolución masculina es ante todo psicológica y afectiva.

Posiblemente la clave no está en hallar las dosis exactas de cada componente para conseguir el hombre y la mujer perfectos; sino en permitirnos ser quienes somos, más allá de la necesidad de encajar en los moldes prefabricados de lo que se presume tenemos que ser. Desarrollar nuestros potenciales y permitirnos expresar nuestras distintas caras, deseos y pasiones.

Seguramente si las mujeres buscáramos otras virtudes en los hombres ellos se mostrarían de otra forma. Nos llevemos bien o mal, mientras nos precisemos para funcionar diariamente, pareciera facilitar una mayor garantía de que la unión durará.

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