Penterafobia: ¿miedo a la suegra?

Penterafobia va más allá de que te caiga mal tu suegra
Penterafobia va más allá de que te caiga mal tu suegra

Penterafobia y es que los inconvenientes con la suegra logran llegar a desarrollar una fobia. El mundo de las fobias nos sorprende en ocasiones con miedos muy individuales. Y este es el caso de la penterafobia o el miedo a la suegra, un trastorno fóbico de resultados muy negativos para la vida de la persona que lo sobrelleva.

Así mismo, se trata de un miedo irracional y exagerado hacia la madre de tu pareja. Debido a todas las leyendas urbanas que se forman alrededor de las suegras; esta fobia es muy difícil de descubrir y por esta misma razón a veces se confunde con un simple rechazo.

Sin embargo, la penterafobia va más allá de que te caiga mal tu suegra; o de que te haya tocado en destino una suegra ruin o simplemente de que la relación con tu suegra sea dura. Es importante aclarar que no se trata de un rechazo o un disgusto, se trata de genuino terror al estar en compañía de la suegra o inclusive al pensar en ella.

Penterafobia sufre los mismos síntomas de otras fobias
Penterafobia sufre los mismos síntomas de otras fobias

Síntomas de la penterafobia o del miedo a tu suegra

Insistimos en que no es una broma. Es un trastorno fóbico y los inconvenientes que consigue arrastrar son más que incuestionables. La persona que padece penterafobia sufre los mismos síntomas de otras fobias; ansiedad, es decir, mareos, sudoración, dolor de cabeza, náuseas, hormigueo, sensación de irrealidad y existen casos en los que se alcanza el ataque de pánico.

Además de los síntomas físicos, existen igualmente síntomas psíquicos, ya que la persona con penterafobia es consciente de que se trata de un temor absurdo; que sus pensamientos están desfigurados y que no consigue llevar una vida familiar al uso por un problema individual. Los efectos sobre la autoestima son tan destructores como los efectos sobre la relación de pareja.

No se debe dejar pasar esta situación pensando que diversas personas viven con cierto rechazo hacia su suegra. Cuando se trata de una fobia hay que tratarla con asistencia de un profesional, pues, si no se hace, se corre el riesgo de que aparezcan nuevas fobias.

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