Las mejores razones para acudir a una terapia de pareja

Las relaciones amorosas entre dos individuos, en raras ocasiones resultan absolutamente perfectas. Esto pude deberse a un sin fin de motivos: problemas de comunicación, personalidades totalmente ambiguas, falta de intereses comunes, entre muchos otros que casi siempre pasan desapercibidas los primeros meses, ante el furor de las nuevas emociones, pero que; con la formalidad, la convivencia, la carga de responsabilidades y en algunos casos la llegada de los hijos, se acentúan notoriamente hasta el punto de volverse insoportables. Llegados a este punto, sólo hay dos escenarios racionales posibles, el primero, solucionar los problemas para seguir juntos, el segundo, terminar la relación de la mejor manera posible para todos los involucrados. Ambas alternativas, son buenas razones para acudir a una terapia de pareja.

Muchas personas piensan en la terapia de pareja como el último recurso para salvar una relación deteriorada. Si bien es cierto, es uno de sus objetivos principales, este tipo de terapia también puede ayudar a dos individuos a asumir la inminente culminación de su relación; ayudarlos con el proceso antes, durante e incluso después de ello.

Si culminar una relación, no es la motivación principal que te haya llevado a considerar acudir a una terapia de pareja, y por el contrario tu objetivo es salvar un noviazgo o matrimonio, en este artículo te hablaremos de 3 razones de porqué hacerlo es una buena idea.

¿En qué puede ayudarte la terapia de pareja?

terapia de pareja

El año 2020 no sólo originó una problemática sanitaria sin precedentes a nivel mundial, sino que también golpeó duramente las relaciones personales entre individuos. Sin ir muy lejos, sólo en España, algunos despachos de abogados estimaron que al menos en un 25% se incrementaron los casos de divorcios a causa del confinamiento. Un porcentaje bastante desalentador, que seguramente pudo haberse disminuido o hacerse menos traumático con ayuda profesional adecuada.

Como bien hemos mencionado, la terapia de pareja es factible tanto si los individuos quieren seguir juntos como si deciden separarse. En esta, el terapeuta actúa como mediador, para ayudar a las partes involucradas a construir nuevas condiciones que los ayuden a funcionar de forma más satisfactoria. De acuerdo a Patricia Maguet, psicóloga clínica especialista en relaciones de pareja, el 80% de las parejas que acuden a terapia consiguen mejorar su relación.

No obstante, este no es un proceso rápido ni un camino fácil de transitar. En algunos casos, aparte de los problemas cotidianos de pareja, se le suman situaciones tóxicas o destructivas, que no sólo deterioran la relación de pareja sino que resultan perjudiciales para la salud mental los involucrados. En este punto, la terapia de pareja más allá de salvar una relación puede ayudar incluso a salvar vidas.

3 importantes razones para acudir a una terapia de pareja

conflictos de pareja

1. Mejorar la comunicación

No todas las personas, tienen la habilidad de expresar sentimientos, ideas u opiniones de buena manera, esto en muchos casos, es el punto de partida en la gran mayoría de conflictos de pareja. Básicamente, la mala comunicación vendría a ser el combustible que alimenta las emociones negativas en una pareja; las dudas, las tensiones, los resentimientos y rencores. Éstos sentimientos o problemas no resueltos, inevitablemente se acumulan para relucir en los momentos más sensibles y en muchos casos, actúan como arma arrojadiza o incluso excusa para la victimización.

El diálogo es la mejor vía para superar la crisis de pareja sin importar cuál sea su origen, y establecer un escenario de dialogo saludable; donde no haya culpables, señalamientos ni mucho menos palabras sentenciosas es el propósito inicial de la terapia de pareja. Y es que, aunque no lo creas, la comunicación ineficiente es una de las principales razones que llevan a una pareja a buscar ayuda profesional.

Ahora bien, el simple hecho de acudir a terapia de pareja no resolverá los problemas por sí solos. Es recomendable, que la decisión sea de ambas partes, sincera y voluntaria, además, mostrar una buena disposición a ser abiertos y respetuosos con las opiniones o sentimientos que se expresan así como las que expresa la pareja.

2. Fomentar los niveles de confianza

Una expresión que se ha popularizado mucho en los últimos años para referirse a las parejas que atraviesan problemas de confianza, es la de las “relaciones tóxicas”. Relaciones que, con o sin fundamentos se ven envueltos en un circulo vicioso de celos, inseguridades e incluso infidelidades, pero deciden seguir juntos aun si no son totalmente felices.

En estos casos, confundir el amor con un carácter obsesivo es bastante frecuente, y ocasiona que el trabajo inicial del terapeuta, se centre en identificar las causas individuales que hacen a una persona querer someter y someterse a una relación insana. Posteriormente, desde una perspectiva más racional, ayudarlos a identificar las razones que los hace querer estar juntos y cómo crear un entorno de confianza mutuo que facilite este objetivo.

Nuevamente, entra en juego una buena comunicación y la disposición a querer que las cosas mejores. Y en el caso de infidelidades, entra otro factor determinante que es la capacidad de perdonar.

3. Falta de objetivos en común

Como mencionamos al principio de este artículo, es bastante común que al inicio de una relación todo pinte “color rosa”. Los sentimientos están a tope, la sexualidad al máximo nivel, prácticamente se vive dentro de una burbuja. Durante este período “perfecto”, la capacidad de raciocinio en algunos casos se ve totalmente nublada, llevando a las personas a actuar por el impulso de las emociones; se embarcan en la legalidad de una relación sin pensar en las consecuencias o sin estar psicológicamente preparadas para ello.

Cuando este período pasa, es bastante común comenzar a ver defectos donde antes no lo habían, o simplemente darse cuenta que no se tienen planes concretos a futuro, y si los tienen no van en la misma dirección; ocasionando que la relación aunque repleta de sentimientos intensos y buenas intenciones, se venga progresiva e inevitablemente en declive.

En estos casos, la terapia de pareja es una alternativa que puede ayudar tanto a hacer frente a los errores, como a encontrar los medios para enmendarlos para seguir juntos; y en el supuesto de que no se llegue a un punto de conciliación entre las partes, ayudar con el proceso de separación.

Existen muchos motivos por la que una pareja se anime a acudir a terapia; desde económicos, sociales, de temperamento o conflictos por la personalidad de cada uno, hasta temas relacionados al ámbito sexual, familiar o con la concepción de hijos. Lo cierto es que, somos fieles creyentes de cada uno de ellos, puede mejorar significativamente cuando se solucionan los problemas de comunicación, confianza y metas a futuro. Eso sí, es probable que ni aun con el el máximo esfuerzo de ambas partes, las parejas terminen juntas, pero aun así, es bastante probable que salgan de terapia más fortalecidos y seguros de sí mismos.

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