Es probable que para ti pasar muchas horas mirando el celular sea algo normal. En esta era tecnológica donde todo se resuelve con aplicaciones es difícil no utilizarlos. Sin embargo, todo se puede medir. Se puede definir una escala de uso razonable y otra que se sale de los parámetros normales. ¿En cuál estás tu?
La respuesta a esta pregunta se centra en tus hábitos. ¿Cuántas veces al día tomas el móvil? ¿puedes salir de casa sin el? Es más, ¿puedes siquiera pensar en la cotidianidad sin tener que revisar el celular?
Si a la mayoría de las preguntas te hicieron dudar sobre tu respuesta, tal vez tengas una adicción a estos aparaticos que ahora no sólo hacen llamadas. En un celular no nada más se tiene un medio de contacto, también una gran fuente de entretenimiento.
El miedo a quedarte sin tu móvil
Aunque estar literalmente “pegado al celular todo el día” puede ser algo que te resulte inofensivo, lamentamos informarte que no es así. La mayoría de estas conductas y obsesiones generan ansiedad, depresión o perjudican la interacción social.
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En el peor de los casos la posibilidad de quedarse sin celular genera un miedo irracional. Se le conoce con el nombre de nomofobia. Esto lo padecen más que todo las nuevas generaciones. Esas que nacieron en la era tecnológica.
Señales de posible adicción al celular
Para que lo tengas muy claro y tomes medidas en caso de estar obsesionándote con tu móvil te vamos a dejar ocho señales de alerta. Toma nota:
1.- Te despiertas a media noche y necesariamente tienes que buscar el móvil. De lo contrario no concilias el sueño.
2.- Salir de la casa sin celular te causa miedo y ansiedad. De igual manera temes quedarte sin el aparato en algún momento de tu vida.
3.- No logras entablar una conversación en persona sin tener que ver y revisar el móvil con frecuencia.
4.- Siempre estás revisando la hora y las aplicaciones, pese a que esto no sea absolutamente necesario para ti.
5.-Buscas cualquier motivo para revisar el teléfono y luego pasas horas en las redes sociales.
6.-Siempre procuras almorzar y cenar con el celular en la mano, para poder chequear mientras estás comiendo.
7.- No puedes evitar regresar a casa para buscar el móvil si por alguna razón saliste y se te olvidó.
8.- Te distraes y descuidas las ocupaciones laborales por estar chequeando el celular.
Si algunas de estas situaciones te resultan familiares, entonces lo más seguro es que tengas una obsesión con tu móvil. Este comportamiento lo debes revisar. ¡Anímate y hazlo! para que no seas uno más de la lista “móvil dependiente”.
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