Trabajar en exceso puede ser una amenaza para tu salud

Es posible que trabajar en exceso sea un hábito que amenace con perjudicar tu salud. Tal vez no te has dado cuenta, pero la carga laboral agobia y afecta. Muchos creen lo contrario pero hay algunas señales que demuestran que sí.

¿Te ha pasado que cuándo tienes muchas responsabilidades te duele la cabeza?. Tal vez tampoco los notas pero te falta el sueño. A todo esto se suma la irritabilidad y los cuadros depresivos.

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Si respondiste afirmativamente a la mayoría de estas cosas, entonces has un alto. Detente.  Lo más probable es que estés sobrecargado de trabajo. Todo esto, a la larga, hará que tu salud salga perjudicada.

Muchas personas se preocupan por acumular dinero. Lo lamentable es que luego, quizás, tengan que emplearlo en un buen médico. Las consecuencias del exceso de trabajo son perjudiciales y en el peor de los casos irreversibles.

Señales de que estás sometido a un exceso de trabajo

Para que tomes las medidas a tiempo, te vamos a dar algunas claves para que estés atento. Si presentas la mayoría de estas señales, estás en el deber de reorganizar tu vida y tus prioridades. ¡claro!, siempre y cuando la salud sea para ti lo primero.

Depresión:Muchas personas asocian esto sólo a cuadros de llanto continuo. No siempre es así. Hay casos en que alguien deprimido por recarga laborar está irritado, desmotivado y apático. Probablemente te enfades por todo sin darte cuenta.

Músculos adoloridos: Esta es otra de las señales de alarma. Cuando tienes que trabajar horas extras quizás lo hagas parado o sentado. El pasar largos períodos de tiempo en la misma posición atrofiará tus músculos. En muy poco tiempo vendrán los dolores.

No  dormir: El exceso de actividad hace que nuestro cerebro se active. Muy probablemente después de una intensa jornada te cuesta conciliar el sueño. Esto pese a que tienes un agotamiento físico enorme. El insomnio es una de las consecuencias del exceso de trabajo.

Mala digestión: Las emociones se reflejan mayormente en el estómago. Es por ello que cuando tienes estrés o depresión sientas que te duele o tienes mala digestión.  Cuando una persona está agobiada por una carga laboral excesiva las alarmas se disparan primero a nivel estomacal.

Mal humor: El someterte a un esfuerzo superior hace que con el paso de los días tu humor cambie. Es aquí cuando vienen los cambios bruscos de comportamiento, las malas respuestas y la rabia. Tu entorno notará fácilmente que tu actitud ante la vida es otra.

Detente y organiza tu vida

Si te resultan familiares este tipo de conductas, entonces lo más sano es que revises tu agenda. Pregúntate a ti mismo si vale la pena ganar tanto dinero a cambio de problemas de salud.

Recuerda que, por encima de todo, la salud es el único bien que nadie puede pagar. Así que anímate a poner tus prioridades sobre la mesa y a tomar una decisión lo más pronto posible. ¿Qué opinas?

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