¿Por qué la dieta mediterránea es una de las más saludables del mundo?

beneficios de la dieta mediterránea

Los distintos estilos de cocina que siguen la corriente mediterránea de países como Grecia, Italia, España, por años han sido considerados por los expertos en nutrición, como máximos referentes de la comida saludable en el mundo. Y no podría ser de otra manera, pues es un tipo de alimentación que se caracteriza por un alto consumo de frutas y verduras, variedad de legumbres, semillas, frutos secos y aceite de oliva, siendo este último el ingrediente más antiguo y característico de su gastronomía.

Asimismo, el abundante consumo de pescados ricos en ácidos grasos, y la reducida ingesta de carnes rojas, la convierten en una de las mejores alternativas para mantener estables los índices de colesterol y triglicéridos en la sangre, reduciendo en gran medida factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

En una sociedad en la que en los últimos años nuevas tendencias alimenticias como el veganismo, vegetarianismo o el ayuno intermitente, se pelean por posicionarse como el tipo de alimentación más recomendable, sigue siendo la dieta mediterránea la que indiscutiblemente mayores beneficios ofrece al organismo. Pero ojo, como todo en la vida no todo es color rosa, alrededor de este tipo de alimentación hay una serie de consideraciones, y en este artículo te contaremos cuáles son.

¿Qué es la dieta mediterránea?

La cocina mediterránea está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como uno de las dietas más saludables, balanceadas y recomendables para la prevención de enfermedades cardíacas, así como otros problemas relacionados con la salud. Esto debido a que la gran mayoría de sus preparaciones tienen un alto contenido de Omega 3 y Omega 6, que como hemos comentado en oportunidades anteriores, son ácidos grasos esenciales que aportan enormes beneficios para el organismo.

Dentro de las características principales de la dieta mediterránea destacan:

  • Abundantes reparaciones a base de vegetales
  • Alto consumo de frutas y verduras, legumbres, semillas y frutos secos
  • Una fuerte presencia de platos a base de pescados y mariscos
  • Cantidades limitadas o poco habitual de carnes rojas, y la que más se consume es la carne de cordero
  • Alto consumo de alimentos ricos en fibra, así como carbohidratos de índice glucémico bajo
  • El aceite de oliva es elemento esencial y su principal fuente de grasas
  • Combinación de especies y hierbas aromáticas, poco consumo de sal
  • Los potenciadores de sabor son alimentos como el queso feta o las aceitunas
  • El consumo de dulces es bastante limitado

Si bien los beneficios de la dieta mediterránea son enormes y de los cuáles hablaremos más adelante, más allá de ser unas prácticas alimenticias para mantenerse sano, es más un estilo de vida muy arraigado en quienes hacen vida en la costa mediterránea. Motivo por el cual, su población tiene una esperanza de vida mayor a cualquier otro lugar en el mundo.

Aún así, si estár por la labor de comenzar una dieta mediterránea, bien te vendría tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  1. Es costosa mantenerla en el tiempo: la mayoría de la alimentos que incluye este tipo de alimentación son de categoría premium, como es el caso de los pescados azules, mariscos y algunos frutos secos.
  2. Se puede presentar déficit de calcio: pues el consumo de lácteos o derivados de la leche no es del todo habitual en éste tipo de gastronomía.
  3. Niveles de hierro también son reducidos: ante la poca presencia de carnes rojas, huevos o aves en general. Se recomienda buscar alimentos alternativos o suplementos de hierro para complementar la dieta.
  4. Bueno es cilantro, pero no tanto: aunque el aceite de oliva o los frutos secos sean consideradas grasas buenas monoinsaturadas, su ingesta excesiva puede promover el aumento de peso.
  5. Cuidado con el vino: una bebida bastante habitual como acompañante de la cocina mediterránea, y si bien una copa del vino al día no hace daño, pasarse con las cantidades sí que puede resultar perjudicial.

Claro que, aún con todos “puntos en contra”, ninguno de ellos es lo suficiente determinante para que los beneficios de la dieta mediterránea no la posicione como una de las más saludable del mundo.

Beneficios de la dieta mediterránea para la salud

– Controla el colesterol malo

El colesterol malo que se crea como consecuencia del consumo excesivo de carbohidratos, carnes rojas, grasas trans, comida procesada, etc., es uno de los mayores enemigos del corazón. Este se va acumulando en las arterias, formando placas que obstruyen el paso sanguíneo y aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La dieta mediterránea es totalmente lo opuesto en este sentido, ya que prescinde por completo de la gran mayoría de estos alimentos, manteniendo los niveles de colesterol y triglicéridos dentro de los valores normales.

– Buena aliada para el control y pérdida de peso

Ya que la base de su gastronomía son los vegetales, frutas y verduras, así como los productos de mar, que como sabemos aportan una gran cantidad de nutrientes y proteína de buena calidad. Además que, al no haber una presencia constante de alimentos azucarados o carbohidratos de alta carga glucémica, el metabolismo se vuelve más rápido y eficiente.

– Cuidado de la salud intestinal

Otro de los grandes beneficios de la dieta mediterránea se van directamente a nuestro sistema digestivo. Los alimentos característicos de esta dieta son ricos en nutrientes, altos en proteínas de absorción rápida y ricos en fibras solubles, por consiguiente, la digestión es más rápida y el cuerpo aprovecha las propiedades antioxidantes de los alimentos para depurar naturalmente el organismo. Como resultado, tenemos un sistema gastrointestinal que trabaja sin inconvenientes, previniendo la aparición de una serie de trastornos digestivos.

– Mejora la apariencia de la piel

La piel es el reflejo de lo que comemos, por lo que a mayor calidad de los alimentos, mejor será su apariencia. Gracias a que sus preparaciones destacan por una gran variedad de ingredientes con alto valor nutritivo, y con propiedades antioxidantes, se combaten de adentro hacia afuera la acción de los radicales libres. En otras palabras, se reduce el estrés oxidativo de las células y el envejecimiento prematuro de la piel.

– Prevención de enfermedades degenerativas

Muchos profesionales en el sector de la nutrición aseveran que este este tipo de alimentación potencia la función cerebral, fortalece el sistema cognitivo y disminuye el riesgo de padecer enfermedades como el Alzheimer o trastornos de la memoria.

Como ves, son muchos los beneficios que la dieta mediterránea puede ofrecer a largo tiempo. Sin embargo, siempre recomendamos que antes de adoptar cualquier cambio en una rutina alimenticia, se busque asesoría de profesionales en nutrición de manera de acceder a un plan personalizado que se ajuste a las necesidades y requerimientos particulares.

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