Síndrome de Couvade, cuando el padre siente los mismos síntomas del embarazo. ¿Estás embarazada y el padre de tu futuro hijo tiene náuseas, está engordando y le apetece comer dulces a media noche igual que a ti? Ten la seguridad que no te está engañando. Algunos hombres sienten los síntomas del embarazo.
La nueva forma de vivir la paternidad no solo está transformando la logística familiar. Además, tiene mucho que ver en que algunos hombres adviertan determinados cambios biológicos solidarizándose; aunque sea inconscientemente, con sus parejas.
Los científicos han descubierto que el síndrome de Couvade, afecta a algunos padres primerizos durante la gestación y que se manifiesta con la aparición de síntomas muy similares a los del embarazo.
Habitualmente sus efectos se hacen evidentes durante el primer trimestre del embarazo y acaban, al igual que los síntomas reales, con el parto. Al mismo tiempo, este extraño síndrome suele surgir en parejas más apegadas y cariñosas; y, por raro que parezca, los estudios ejecutados al respecto revelan que entre el 10 y el 65 por ciento de los padres que van a tener un hijo lo padecen.
Es frecuente que los padres que sufren el síndrome de Couvade, cuando el niño nace, se inclinan esencialmente en el cuidado del bebé.
Causas del Síndrome de Couvade
Se desconoce qué induce exactamente esta reacción en el cuerpo del hombre, si bien sí se conocen algunas pistas. Lo más significativo es que los cambios hormonales de la mujer consiguen afectar directamente al hombre. Y no se trata de un asunto puramente psicológico; se ha descubierto que el hombre percibe durante este período cambios en sus niveles de testosterona, así como un acrecentamiento de niveles de prolactina, encargada de la producción de leche.
El estrés, la ansiedad, un embarazo no deseado o los celos logran provocar que el futuro papá experimente estos trastornos; como modo de expresar sus nervios y preocupación por la llegada del recién nacido. No obstante, la causa no tiene por qué ser siempre negativa.
Existen padres que están tan volcados con el embarazo que desarrollan una gran empatía con la madre y se sienten culpables por haberlas dejado embarazadas.
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