Desde el punto de vista psicológico, las actividades físicas durante el embarazo ayudan a la mujer a superar la tendencia a sentirse gordas o poco atractivas. También hará que la futura mamá esté mas contenida emocionalmente. La mayoría de los ejercicios físicos, las técnicas de respiración y relajación ayudan a aumentar la autoconfianza y el control que se debe tener sobre el cuerpo; factores fundamentales a la hora del parto.
No hay que olvidar que la rápida recuperación de la figura después de tener el bebé dará a la mamá una fuerte dosis de autoestima, muy necesaria en esta etapa. Esta experiencia puede ser muy enriquecedora incluso para las mujeres que nunca han hecho actividades físicas; y ven en el embarazo la excusa perfecta para comenzar con un buen hábito de vida.
Beneficios de las actividades físicas durante el embarazo
Emocionales: es bueno que la mujer destine un tiempo para sí misma y tome conciencia de que lo que ésta gestando es un ser humano, una persona. Esta experiencia parece tan obvia que es uno de los desafíos más difíciles de aceptar; porque cuesta pensar que ese bebé es alguien distinto a nosotros, aunque sea nuestro hijo.
Cuanto más claro tenga este concepto, mejor será su preparación para el parto y el desprendimiento que ello implica.
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Corporales: reestructurar la postura corporal que está sobreexigida por el aumento de peso y la forma del vientre. Por el sobrepeso, el corazón tiene una mayor exigencia circulatoria lo cual hace necesario algunos cambios de hábitos.
Caminar, hacer actividad física y mantener las piernas elevadas facilita el retorno venoso y mejora la circulación sanguínea. También previene la aparición de varices, celulitis e hinchazón. Mayor facilidad para relajarse. Rápida recuperación postparto.
Para el bebé: las hormonas que se liberan durante las actividades físicas pasan a través de la placenta y llegan al bebé, por eso, cuando la madre hace ejercicio, el bebé recibe un estímulo emociona procedente de su adrenalina. Además, la sangre que le llega tiene más oxigeno y eso hace que su salud sea mejor.
Con la corrección de la postura se logra que el vientre no quede como “colgando” hacia adelante y tenga una mejor ubicación sobre la pelvis, con un buen sostén. Cuando la postura es correcta y la madre hace ejercicio se produce un movimiento en el útero que para el bebé es como si lo estuviesen meciendo.
Con la relajación y la correcta respiración se logra y mejora la comunicación con el bebé, logrando percibir sus movimientos. También se establece una especie de diálogo entre la respiración de la madre y la quietud del bebé, observando sus respuestas a las acciones o inactividades de la madre.