El himen no es un símbolo de virginidad

El himen nada tiene que ver con la virginidad
El himen nada tiene que ver con la virginidad

El himen es una membrana delgada del cuerpo femenino que cubre en parte el orificio de la entrada de la vagina. Siempre se ha escuchado las historias tradicionales y conservadoras acerca del sangrado del himen; la pureza que sobrelleva y los experimentos que se hacían para demostrar si una mujer era virgen o no.

En épocas pasadas la virginidad era sacra e inclusive en otras culturas, sigue siendo así actualmente.

La virginidad es una construcción social, moral, no un término médico. Y si bien no existe una definición clínica, es un concepto muy significativo. Se ha fundamentado bajo reglas sociales y creencias extraordinariamente viejas, a pesar de no tener un respaldo científico.

El himen forma parte de historias y costumbres conservadoras
El himen forma parte de historias y costumbres conservadoras

Curiosidades acerca del himen

No posee una función definida, no obstante, de no estar en un estado correcto, consigue obstaculizar la salida de la menstruación y crear inconvenientes de salud significativas.

Existen mujeres que no lo tienen: nacen sin himen, a pesar de que los casos son muy escasos. Por lo general sucede por alteraciones en los cromosomas y la falla en el desarrollo de otros órganos como la vagina y el útero.

El himen no es igual en todas las mujeres, hay cuatro tipos:

Normal: Es el más frecuente y cubre en parte la vagina.

Microperforado: La abertura es muy pequeña, entorpeciendo inclusive la colocación de un tampón.

Septado: Posee un tejido extra en medio de la abertura, formando dos orificios vaginales.

Imperforado: Cubre completamente la abertura de la vagina e imposibilita la salida de la sangre menstrual, lo que logra crear una masa abdominal si no se trata a tiempo.

No es un símbolo de virginidad: Logra romperse por numerosas causas, por hacer ejercicio o andar en bicicleta, no precisamente por el sexo. 44% de las mujeres no sangran durante su primera relación sexual.

No resguarda contra las infecciones: Algunos tienen la creencia que la estructura del himen podría actuar como un muro de protección contra las infecciones vaginales, pero esto no está comprobado.

Cambia con el paso del tiempo: En las bebés, el himen es grueso y sobresaliente, pero con el tiempo se va haciendo mas delgado y frágil.

No siempre se rompe: hay algo denominado himen complaciente que posee una abertura mayor pero que es más flexible de lo normal; lo que consiente que esté intacto aún con manipulación o trauma.

(También puedes leer: Las mentiras en una relación que son bastante pasables)