La vanguardia de la estética masculina

La vanguardia de la estética masculina
La vanguardia de la estética masculina

Recientemente la vanguardia de la estética masculina ha impuesto lo que debe ser un físico perfecto. Obligándonos a seguir un patrón sin importar que nuestros cuerpos se rebelen por las exigencias, muchas veces inalcanzables. Aprende hasta donde puedes llegar con el físico que la naturaleza te dio.

Los hombres nos pasamos horas y horas matándonos en el gimnasio con el propósito de acrecentar músculo. Al tiempo que realizamos exhaustos ejercicios aeróbicos con el fin de erradicar el excedente de grasa; y así lograr una apariencia física que alimente nuestra vanidad.

Pero cuando iniciamos la conquista de la que pensamos será la mujer de nuestros sueños. O tratamos de presumir en la playa lo que hemos logrado con nuestro cuerpo; zas un comentario llega a nuestros oídos y retumban en el cerebro para que, en milésimas de segundo, derramara por los suelos nuestro, hasta ese entonces, inquebrantable ego.

 

Los prototipos son los que marcan la vanguardia
Los prototipos son los que marcan la vanguardia

Todos unidos en la vanguardia de estética masculina

Durante muchos años, los arquetipos masculinos nos han venido mostrando a hombres con músculos medios y de complexión delgada. No hay de otra: si queremos pertenecer a la élite de los especímenes humanos; tenemos que cuadrarnos a los crueles estándares impuestos por unos cuantos.

Tarde o temprano, nuestro cuerpo se revelará en ese intento de perfeccionarlo al recordarnos que, nos guste o no, existen cientos de factores que le ponen un límite. Pero, para regocijo de la mayoría de nosotros, de unos años para acá se empieza a reconocer que no existe una estandarización de que es un cuerpo perfecto masculino.

Si bien hay una tendencia que nos afirma que la belleza masculina está basada en los patrones que regían en época de la Grecia clásica; y otras que están fomentadas por el fisicoconstructivismo (entre más músculos mejor). Y la del modelo de pasarela que empieza a penetrar en la publicidad: hombres muy delgados y con cierto toque andrógino.

Quizá sean visiones extremas, pero por fin se reconoce que los hombres tienen pequeñas imperfecciones y que, en gustos femeninos, nada esta escrito.

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