¿Cuál es la mejor técnica de reproducción asistida?

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Para muchas parejas enfrentarse a la infertilidad es un tema sumamente complejo. Algunas de ellas, ni siquiera se esfuerzan por intentar resolverlos y después de un largo período de intentos fallidos, terminan por desistir de la paternidad. No obstante, existe otro grupo, para los que convertirse en padres representa uno de sus mayores anhelos de vida, tanto así, que al darse cuenta que intentar la concepción por cuenta propia no está generando resultados, buscan la asesoría profesional para determinar qué puede estar ocasionando problemas.

Las técnicas de reproducción asistida (TRA) son tratamientos de fertilidad que generalmente se le sugieren a una pareja que, por diversos motivos, después de una año ininterrumpido de relaciones sexuales sin protección no logra concebir un bebé. En la actualidad, también representa la alternativa ideal para mujeres solteras o pareja de mujeres que desean ser madres.

En cualquiera de los casos, se debe hacer frente a la interrogante de ¿Cuál es la mejor técnica de reproducción asistida? Y es que diferencia de lo que muchos piensan, optar por una u otra no es una tarea tan sencilla, pues las tasas de éxito dependen en gran parte a los resultados que arrojen diversos estudios, así como a ciertas características de la madre en cuestión.

En esta oportunidad, basados en las sugerencias de Mi Fertilidad, estaremos hablando de los tipos de reproducción asistida más comunes hoy en día, haremos énfasis en la complejidad de cada una y también, intentaremos orientarte sobre cuál es el más adecuado en cada escenario.

¿En qué consisten las técnicas de reproducción asistida?

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Las técnicas de reproducción asistida son tratamientos de fertilidad que generalmente se le sugieren a personas con problemas para concebir un bebé de forma natural Imagen vía Freepik.es

También conocidas como técnicas de reproducción humana asistida, se podrían describir como un conjunto de técnicas y/o procedimientos cuyo objetivo principal es lograr un embarazo. Para ello, ambos miembros de la pareja son sometidos a un estudio de fertilidad realizado por profesionales en el área, en la que hay una rigurosa manipulación de las células sexuales (óvulos y espermatozoides) para determinar el potencial reproductivo de la pareja.

De acuerdo al tipo de condición que esté ocasionando la infertilidad, puede haber mayor o menor complejidad en la elección del tipo mas adecuado para una paciente. Asimismo, factores como la edad son determinantes en las tasas de éxito que pueda arrojar cada una de ellas. Expertos en fertilidad afirman que las mayores probabilidades de lograr un embrazo por medio de reproducción asistida se da en mujeres jóvenes, no mayores de 35 años. De allí en adelante y hasta los 42 años aproximadamente, las tasas de éxitos giran alrededor de un 10%. Para mujeres que superen este rango de edad, siempre que estén sanas, por lo general se les sugiere hacer uso de una donante de óvulos para llevar a cabo un procedimiento.

Aún así, es importante destacar que con las TRA se puede dar solución a casi cualquier problema de infertilidad, salvo casos en los que por ejemplo haya ausencia de la útero o una condición severa de salud que ponga en riesgo la vida de la madre.

Tipos de reproducción asistida

tipos de reproducción asistida
Los tipos de reproducción asistida varían en complejidad de acuerdo al potencial reproductivo de la pareja o de la aspirante a madre. Imagen vía Freepik.es

Si bien el avance tecnológico ha logrado que actualmente haya diversas alternativas para paliar los problemas de fertilidad que enfrente cualquier pareja o mujer independiente que decida afrontar la maternidad; existen tres técnicas de reproducción asistida que son consideradas las más habituales o sugeridas por los profesionales especialistas en el área. A continuación, te detallamos cada una de ellas:

1. Coito programado

Aunque no es necesariamente la mejor técnica de reproducción asistida, muchos profesionales en fertilidad la sugieren como primer paso antes de optar por un procedimiento más riguroso. Básicamente consiste en la optimización del ciclo menstrual femenino, de manera de poder controlar la ovulación bien sea de forma natural o mediante hormonas, para sincronizar las relaciones sexuales con los días de mayor fertilidad.

Se considera el método más parecido a la concepción natural y puede resultar bastante efectivo en mujeres sanas menores de 30 años, así como económico en comparación con otras técnicas. No obstante, muchas parejas optan por saltarse este paso, pues ya vienen de un período de intentos fallidos y/o no desean pasar por el proceso de las relaciones sexuales programadas o dirigidas.

2. Inseminación artificial

Es considerada una técnica de reproducción asistida de baja complejidad que se puede realizar bien sea durante el ciclo natural de la mujer o por medio de la estimulación ovárica empleando medicamentos hormonales. Esta última opción, según los especialistas aumenta significativamente las probabilidades de lograr el tan deseado embarazo, ya que facilita el seguimiento a través de ecografías para determinar el momento exacto de la ovulación. Posteriormente, se procede a depositar en el interior del útero con una cánula especial, unas muestras de semen previamente obtenidas por medio de las masturbación y analizadas en un laboratorio dónde se obtienen las de mejor calidad.

Es un procedimiento más recomendado para mujeres no mayores de 35 años, cuyo problemas de fertilidad no sean de vieja data y las estadísticas confirman una tasa de éxito muy superior a la alternativa anterior. Además, gracias a su “simplicidad” y relativamente bajo costo, se pueden realizar numerosas repeticiones, ya sea en pareja o por medio del uso de un donante de espermatozoides. 

3. Fecundación in vitro

Es para muchos, la mejor técnica de reproducción asistida en la actualidad por sus excelente resultados, pero también de las más costosas y con el procedimiento probablemente más riguroso. En esta, se realiza una extracción de los óvulos de la mujer, para posteriormente realizar la fecundación fuera del organismo y “crear” embriones saludables. Una vez realizado este procedimiento que suele tomar varios días, el embrión es implantado en el útero materno.

Por lo general, los embarazos por fecundación in vitro suelen ser múltiples, ya que para aumentar las probabilidades de éxito se introducen dos o más embriones, pero esto dependerá de las condiciones de salud o desición de la madre. Asimismo, también brinda la posibilidad de elegir el sexo del bebé en el proceso de fecundación o congelar embriones para usar en otro procedimiento, claro que, esto suele influir relativamente en su costo.

Ciertamente, no existe una mejor técnica de reproducción asistida que otra, pues como hemos visto, la tasa de éxito de cada una está ligada directamente a diversos factores. Lo ideal, es contactar con una clínica de fertilidad e ir determinando en el proceso cuál es procedimiento más adecuado a las necesidades personales y económicas de cada persona. Además, aunque en este artículo hemos comentado las que probablemente son las técnicas más empleadas o conocidas, también existen otras que podrían ser una mejor alternativa según sea el escenario de infertilidad que enfrente cada pareja o persona.

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