Los que tenemos la fortuna de contar con nuestros abuelitos aún vivos, y estos provienen de pueblecitos cargados de tradición, conocemos de primera mano que, ante cualquier malestar, siempre tenían una infusión especial para ofrecernos. A través del tiempo, distintas culturas han apostado por el consumo de tés e infusiones de diversas plantas y hierbas como sinónimo de bienestar y medicina natural. De hecho, muchos estudios respaldan la eficacia de algunas de estas, en el tratamiento de determinadas dolencias. Pero, como en todo, es crucial ser precavidos y selectivos con lo que ingerimos.
Los beneficios de las infusiones han sido alabados durante generaciones, y muchas de estas bebidas ancestrales efectivamente poseen propiedades que, respaldadas por la ciencia, tienen efectos positivos nuestra salud. Sin embargo, no todas estas bebidas son adecuadas para todos. Existen algunas que pueden resultar perjudiciales para determinadas personas o en ciertas situaciones.
Particularmente, la fase del embarazo es uno de esos momentos en los que hemos de ser extremadamente cautelosos con nuestras elecciones. Riesgos en el embarazo relacionados con la ingesta de ciertas infusiones pueden ser más comunes de lo que pensamos. Por ello, es esencial que, si vas a ser madre, estés informada sobre cuáles son las infusiones para embrazadas.
En este artículo, vamos a conocer de primera mano las infusiones seguras en el embarazo, pero también hablaremos de aquellas que es mejor evitar. Sin más, empecemos a calentar la tetera.
¿Por qué es crucial elegir bien nuestras infusiones durante el embarazo?
Como sabemos, las infusiones son bebidas preparadas al verter agua caliente sobre hojas, flores, raíces o tallos de diversas plantas (muchas veces incluidas en las bolistas que compramos en el super). Esta ancestral técnica permite extraer las sustancias beneficiosas de los vegetales (su aroma y olor), resultando en una bebida que no solo reconforta sino que puede ofrecer propiedades saludables.
Las bondades de las infusiones son variadas. Desde ayudar en la digestión, pasando por ser un poderoso antioxidante, hasta aliviar síntomas de ansiedad y estrés, estas bebidas han sido una herramienta esencial en la medicina tradicional de muchos pueblos. Los componentes activos de las hierbas, como los flavonoides o los aceites esenciales, son los responsables de sus propiedades terapéuticas.
Sin embargo, aunque estas bebidas son sinónimo de bienestar para muchos, es fundamental entender que no todas las infusiones son adecuadas para todos los momentos de nuestra vida. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta cambios hormonales y fisiológicos significativos. El sistema inmunológico se adapta para proteger y nutrir al feto, y en este contexto, algunas sustancias presentes en ciertas plantas podrían no ser beneficiosas e incluso resultar perjudiciales. A continuación, detallaremos los posibles riesgos asociados con el consumo de ciertas infusiones durante el embarazo:
- Riesgo de contracciones prematuras: algunas hierbas pueden estimular el útero y provocar contracciones antes de tiempo.
- Interferencia con la absorción de nutrientes: algunas infusiones pueden dificultar la absorción de hierro y otros minerales esenciales.
- Reacciones alérgicas: es posible que algunas mujeres desarrollen alergias a ciertas hierbas durante el embarazo.
- Efectos diuréticos: las hierbas con propiedades diuréticas pueden aumentar la frecuencia de micción, lo que puede llevar a una deshidratación si no se consume suficiente agua.
- Interacción con medicamentos: algunas hierbas pueden interferir con medicamentos prescritos durante el embarazo.
Las mejores infusiones seguras en el embarazo
Tras comprender los posibles riesgos que algunas infusiones pueden representar durante el embarazo, es vital destacar aquellas que, según investigaciones, resultan seguras y beneficiosas para la gestante. El cuerpo de una embarazada es un santuario de vida, un espacio donde cada sustancia ingerida repercute no solo en la madre, sino también en el feto. Afortunadamente, no todo es precaución y limitación. Hay infusiones que, consumidas con moderación y conocimiento, pueden ser aliadas perfectas para aliviar algunas molestias propias de esta etapa y favorecer el bienestar general.
A medida que el cuerpo cambia y se adapta para acoger una nueva vida, la naturaleza ofrece remedios que, de forma adecuada, pueden facilitar este tránsito. Por ello, presentamos una lista de infusiones seguras en el embarazo (basadas en una información sacada de la Organización Mundial para la Salud “Uso tradicional de plantas medicinales y embarazo“) con una breve descripción de cómo prepararlas y sus beneficios:
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Manzanilla:
- Preparación: agrega una cucharada de flores secas de manzanilla en una taza de agua hirviendo. Deja reposar durante 5 minutos y cuela.
- Beneficios: ayuda a relajar el sistema digestivo, reduce las náuseas y puede favorecer el sueño.
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Infusión de jengibre:
- Preparación: añade un trozo de jengibre fresco rallado (aproximadamente 2 cm) en una taza de agua hirviendo. Deja reposar durante 10 minutos.
- Beneficios: es conocida por aliviar las náuseas matutinas y mejorar la digestión.
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Tila o tilo:
- Preparación: coloca una cucharada de flores de tila en una taza de agua caliente. Deja infundir durante 7 minutos.
- Beneficios: posee propiedades calmantes, ideales para reducir la ansiedad y favorecer el sueño.
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Rooibos:
- Preparación: agrega una cucharada de rooibos en una taza de agua hirviendo. Deja reposar durante 5 minutos.
- Beneficios: es una fuente de antioxidantes y minerales, además de ser libre de cafeína, lo que la hace ideal para el embarazo.
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Infusión de frambuesa:
- Preparación: utiliza una cucharada de hojas secas de frambuesa y agrégala a una taza de agua hirviendo. Deja reposar 10 minutos.
- Beneficios: tradicionalmente, se cree que fortalece el útero y facilita el parto, aunque se recomienda consultar con un especialista antes de su consumo.
Infusiones que podrían ser riesgosas para tu bebé
Aunque hemos mencionado algunas infusiones seguras en el embarazo, es esencial ser igualmente conscientes de aquellas que podrían no ser tan beneficiosas. Durante este periodo tan especial, el cuerpo es especialmente sensible, y ciertas hierbas o plantas, que en otro contexto podrían ser inofensivas, pueden tener efectos no deseados o incluso peligrosos para el feto.
Con la miríada de información disponible en la actualidad, es fácil caer en el error de pensar que todas las infusiones son seguras. Sin embargo, antes de decidir incluir alguna en nuestra rutina, deberíamos hacer una investigación cuidadosa o consultar a un especialista. A continuación, presentamos una lista de infusiones que podrían ser riesgosas durante la gestación.
- Ruda: puede causar contracciones uterinas y aumentar el riesgo de aborto espontáneo.
- Salvia: se cree que puede provocar espasmos musculares en dosis altas.
- Aloe Vera: su consumo puede derivar en contracciones uterinas y disminución de los niveles de azúcar en sangre.
- Regaliz: consumido en exceso, puede aumentar la presión arterial y provocar retención de líquidos.
- Hierba de San Juan: ha sido relacionada con problemas hormonales y posibles efectos secundarios si se toma junto con otros medicamentos.
- Tanaceto: consumo durante el embarazo ha sido relacionado con contracciones prematuras y otros problemas de salud.
Al finalizar esta guía sobre infusiones seguras en el embarazo, es crucial destacar la relevancia de la precaución. Las infusiones han sido durante años compañeras fieles en muchos hogares, ofreciendo confort y alivio para diversos males. Sin embargo, durante el embarazo, es fundamental ser selectivas y estar informadas. Nuestra principal recomendación es siempre consultar a un especialista, como un ginecólogo o nutricionista, antes de introducir cualquier infusión en la rutina diaria. Recordemos que lo que puede ser seguro para una persona no necesariamente lo es para otra, especialmente cuando se trata de proteger la salud de dos.
